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Crece la gastronomía venezolana en San Juan y ya hay un local en el centro
Se trata de una nueva sucursal del restaurante Sabores del Caribe.
POR REDACCIÓN
La gastronomía venezolana continúa expandiéndose en la provincia y ahora la zona céntrica de la ciudad tiene un local de comidas caribeñas. Se trata de Sabores del Caribe que inauguró hace dos semana su segunda sucursal, pero con formato express, es decir para comer al paso o llevar. Está ubicado en calle Laprida antes de Mendoza y sus propietarios aseguran que ha tenido una excelente receptividad.
Estefanía Sequera, una de las propietarias de Sabores de Caribe, contó que querían ampliar su oferta sumando otro local comercial, con la idea de ofrecer un menú diferente al restaurante que tienen sobre avenida España. Esta nueva sucursal tiene la característica de ser express y brindar servicio take away o mediante delivery.
“Hay muchas cosas que nos piden y no tenemos disponibles. Entonces decidimos buscar un lugar pequeño para hacer esas comidas que son tipo desayuno o merienda”, expresó Estefanía.
Venden jugos tropicales, cachitos (panchos de jamón y queso con panceta ahumada) helados fritos, arepas, entro otros productos. “La gente se acerca y pregunta porque les llama la atención”, dijo.
Por supuesto, la comida preferida de los sanjuaninas son las tradicionales arepas venezolanas que son furor en los comercios caribeños. “Las arepas las ubican porque no tienen Tacc y también por la inmigración masiva de venezolana”, comentó.
Su historia
Estefanía Sequera Durán, de 33 años, es la dueña de “Sabores del Caribe” y llegó a San Juan hace cinco años cuando decidió, junto a su marido, buscar un futuro fuera de Venezuela. Según comentó Estefanía, son alrededor de 500 los venezolanos que viven de manera permanente en San Juan, ya que si bien las cifras oficiales son indican que son cerca de 1.000, muchos no residen directamente en la provincia. La mujer explicó que muchos ciudadanos venezolanos llegan a la provincia porque aquí encuentran la tranquilidad de una ciudad pequeña, la estabilidad económica y la confianza que no encontraron en otros sitios.
De hecho, la llegada de Estefanía y su familia tuvo mucho que ver con el calor sanjuanino. Es que su marido, llamado Pastor Martínez, viajó a Buenos Aires, a fines del año 2016, en búsqueda de un futuro mejor y más estable para su esposa y su hija, Ana Paula. Estuvo unos meses en la capital argentina solo, trabajando para un restaurante, ya que es chef.
Cuando Pastor vio que su situación económica permitía que Estefanía y Ana Paula llegaran a la Argentina, decidió traerlas. En Buenos Aires estuvieron viviendo durante aproximadamente seis meses en un hotel. Sin embargo, la vida en esas condiciones se les hizo insostenible y fue ahí cuando una amiga sanjuanina les dio la oportunidad de mudarse a San Juan.
Hace un año que abrieron su local y tomaron la decisión de que la mayoría de sus empleados sean sus coterráneos. Es así como dentro del restaurante que llegaron a conformar, emplean alrededor de siete venezolanos.