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Del tridente Messi-Neymar-Mbappé al bloque de Luis Enrique: el nuevo PSG
El club parisino se reinventó tras la salida de sus estrellas y con una estructura sólida se metió otra vez en la final más codiciada del fútbol europeo. Se viene la final PSG-Inter.
POR REDACCIÓN
El Paris Saint Germain está atravesando un cambio de era. El club que alguna vez soñó con conquistar la Champions apostando a Lionel Messi, Neymar y Kylian Mbappé, hoy vuelve a una final con un plantel completamente distinto. Sin figuras rutilantes pero con una idea firme, el equipo francés logró consolidar un estilo de juego que lo tiene, otra vez, como candidato.
La transformación se dio entre 2023 y 2024, cuando Qatar Sports Investments modificó su estructura deportiva: eligió a Luís Campos como nuevo director y reorientó las inversiones hacia jóvenes con potencial, dejando atrás el modelo de estrellas multimillonarias. Así fue como Messi firmó con el Inter Miami, Neymar fue vendido al Al Hilal saudí por u$s 98 millones y Mbappé se marchó libre al Real Madrid.
La salida de los galácticos generó un impacto inmediato: se desplomó el precio de reventa de tickets (entre un 50% y 70% menos que en la era de Messi y Neymar) y el club perdió millones de seguidores en redes sociales. Solo en Instagram, PSG se quedó sin siete millones de followers. Pero esa pérdida de brillo fue también una oportunidad para reinventarse desde lo deportivo.
La gran apuesta del presidente Nasser Al-Khelaifi fue contratar a Luis Enrique en 2023. El DT español asumió con la tarea de encabezar una transición que no fue sencilla. Convivió una temporada con Mbappé, sin lograr que se adaptara a su idea. Recién en la 24/25 pudo implementar su plan de juego colectivo, solidario y ambicioso, ese que tanto pedía y que ahora rinde frutos en la Champions.
“Luis Enrique habló de dos años de trabajo para ver resultados”, recordaron medios franceses. Y así fue. Esta temporada logró que sus dirigidos se comprometieran con una idea integral: todos defienden, todos atacan, y se presiona en cada sector del campo. Aparecieron nombres como Doué, Kvaratskhelia, Pacho y Neves, y otros, como Ousmane Dembelé, encontraron un nuevo rol.
Dembelé, campeón del mundo en 2018, alguna vez marginado por “falta de compromiso”, fue suplente en la vuelta de semifinales pero terminó siendo una de las figuras: jugó como centrodelantero, entendió lo que pedía su técnico y pasó de marcar 14 goles a 33 en la temporada. Una muestra más del éxito del nuevo plan.
El PSG tuvo un inicio europeo flojo, con una sola victoria en cinco partidos de la fase de grupos. Aun así, logró clasificar tras siete jornadas. Pese a las críticas y rumores de reemplazo por Sergio Conceicao, Luis Enrique se mantuvo firme y siguió con su idea. Los resultados llegaron: goleó 4-1 al City en fase de liga, aplastó al Brest (10-0 global), eliminó al Liverpool con autoridad (4-1), superó al Aston Villa (5-4) y dejó en el camino al Arsenal.
Ahora, el PSG enfrentará al Inter en la gran final del 31 de mayo en el Allianz Arena. Una nueva oportunidad para cambiar definitivamente la historia. Ya no con apellidos de lujo, sino con una identidad definida que lo vuelve un rival temible.