El contenedor que se convirtió en un centro de operaciones delictivas en un barrio de Rawson

En el Barrio Suoes de Rawson, la inseguridad dejó de ser una sensación y pasó a ser una triste realidad en los últimos meses. Vecinos de la zona aseguraron que un contenedor ubicado frente al complejo habitacional se convirtió en un punto de encuentro para delincuentes, quienes lo utilizan como base para sus actividades ilícitas. La situación generó temor entre los residentes, que ya denunciaron robos constantes, daños a las viviendas e intimidaciones por parte de los malvivientes.

"Desde que entregaron el barrio, a varias familias les ingresaron a las casas y les hicieron bastante daño. Se llevaron inodoros, surtidores y otros elementos. Esto pasa todo el tiempo", relató un vecino a DIARIO HUARPE, quien pidió mantener su anonimato por razones de seguridad. Según el denunciante, los robos se volvieron una constante, afectando tanto a las viviendas recién estrenadas como a las que ya estaba ocupadas.

El conteneder cuenta con una ampliación de material.

Las personas de la zona identificaron que los delincuentes no solo se limitan a robar, sino que en el contenedor se llevan a cabo actos de violencia y descontrol. "Nos dimos cuenta de que siempre andan circulando varios sujetos que entran y salen de ese contenedor. Por lo general, en ese lugar hay peleas, se tiran piedras, andan borrachos, drogados", explicó, quien también destacó que los hechos ocurren a cualquier hora del día o de la noche, lo que incrementa el nivel de preocupación.

Los habitantes del Barrio Suoes, ubicado en Meglioli, entre Superiora y Calle 5, intentaron diversas vías para frenar la violencia y los robos, pero sin éxito. "Reclamamos varias veces mediante notas, otras mediante denuncias, pero siguen pasando las mismas situaciones. Todo el tiempo es un peligro. Ven algo por la ventana y ahí nomás intentan forzar la puerta", manifestó el vecino, visiblemente angustiado por la situación. Además, remarcó que los delincuentes se muestran cada vez más agresivos y directos, incluso encarando y amenazando a quienes intentan defenderse o cuestionarlos.

En un sector, el contenedor tiene un portón.

Uno de los problemas más complejos de esta situación es la ubicación del contenedor. Según los denunciantes, el terreno donde se encuentra no pertenece al barrio, lo que generó dudas sobre su legalidad y el origen de las personas que lo ocupan. "Donde está el contenedor es un terreno que no pertenece a este complejo habitacional. Estas personas entran y salen de ahí. No sabemos si usurparon el terreno", dijo.

El temor de los vecinos no solo se limita a los robos. Algunos expresaron su preocupación por la seguridad de los más pequeños. "No podés dejar salir a tu hijo para que juegue o que ande por el barrio sin saber lo que le pueda llegar a pasar. Hicimos un montón de denuncias, llamamos varias veces al 911. Lo único que hacen es llamarles la atención o recuperar algunos objetos robadas, pero al otro día sigue pasando lo mismo", comentó, quien lamentó que la inseguridad haya afectado gravemente la calidad de vida de los residentes.

Los delincuentes, según los testimonios de los vecinos, tienen una metodología bien definida. "Andan con unas bolsas blancas, como si juntaran cartones o algo, pero las usan para robar. Ellos se encargan de mirar todas las casas, ver cuál es la más desprotegida", señaló el vecino. Este tipo de vigilancia y el modus operandi de los delincuentes se ha convertido en un patrón.