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“El Guascazo” irá a juicio por el femicidio de Yanina Pérez
Ariel Omar "El Guascazo" Pérez será juzgado por el crimen de su ex pareja, Yanina Pérez, ocurrido en Angaco en 2024. El caso fue elevado a juicio y la Fiscalía pedirá prisión perpetua.
POR REDACCIÓN
Este viernes se cerró la etapa de investigación por el femicidio de Yanina Gabriela Pérez, la mujer de 44 años asesinada a puñaladas por su expareja Ariel Omar “El Guascazo” Pérez en el cementerio de Angaco. La causa fue elevada a juicio por decisión del juez de garantías, Sergio López Martí, y el acusado podría recibir la pena máxima.
El brutal crimen ocurrió el 15 de febrero de 2024 y desde ese momento el imputado se encuentra detenido. Durante la investigación, Pérez realizó una declaración espontánea en la que admitió ser el autor del hecho: “Yo cometí el hecho que se me acusa, lo hice yo”, dijo ante las autoridades, aunque intentó justificar su accionar alegando que la víctima “se había metido con sus hijos”.
La Fiscalía, que estuvo a cargo de la investigación, presentó más de 30 testigos y una gran cantidad de pruebas documentales. Si bien existía una remota posibilidad de acordar un juicio abreviado, esta opción no fue planteada en la audiencia. La querella, en representación de la familia de la víctima, fue encabezada por la abogada Ana Rosa Sánchez; mientras que la defensa del acusado quedó en manos de la defensora oficial Sandra Leveque, luego de que los abogados anteriores se apartaran del caso.
“El Guascazo” será juzgado por el delito de homicidio triplemente agravado: por el vínculo (al ser expareja de la víctima), por mediar violencia de género y por alevosía. La calificación contempla la pena de prisión perpetua, a la que la Fiscalía ya anticipó que apuntará durante el juicio. La fecha de inicio del debate oral aún no fue fijada.
Yanina Pérez era empleada municipal y fue atacada por su ex pareja en la puerta del cementerio de Angaco. Según el informe forense, la mujer presentaba múltiples heridas punzocortantes en el torso, abdomen y rostro, además de signos de defensa en manos y brazos. La violencia del ataque y los antecedentes del acusado convirtieron este caso en uno de los femicidios más conmocionantes de los últimos años en San Juan.