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El papa Francisco será velado en la Casa Santa Marta, su última residencia
El pontífice argentino dejó escrito en su testamento su voluntad de ser enterrado en una capilla en la basílica romana de Santa María la Mayor.
POR REDACCIÓN
El mundo católico comienza a despedirse de una de sus figuras más queridas. El papa Francisco, fallecido este lunes a los 88 años a causa de un ictus, está siendo velado en la capilla privada de la Casa Santa Marta, el lugar que eligió como residencia durante su pontificado y donde vivió hasta su último aliento.
La repentina muerte del pontífice argentino, ocurrida a las 07:35 horas, ha dejado consternación y un profundo pesar entre fieles y líderes religiosos de todo el mundo. Apenas un día antes, había sido visto recorriendo la Plaza de San Pedro a bordo de su papamóvil, mostrando una vitalidad que contrastaba con su larga convalecencia y los recientes problemas de salud que lo mantuvieron hospitalizado durante 38 días.
El camarlengo, el cardenal Kevin Joseph Farrell, fue el encargado de anunciar la noticia mediante un videomensaje: "Con profundo dolor tengo que anunciar que el papa Francisco ha muerto. Su vida entera ha estado dedicada al servicio del Señor y de su Iglesia, y nos ha enseñado el valor del Evangelio con fidelidad, valor y amor universal, en particular hacia los más pobres y marginados", expresó visiblemente conmovido.
Por el momento, el cuerpo del pontífice permanece en la capilla de la Casa Santa Marta, donde fue instalado el velatorio íntimo, reservado a sus más cercanos colaboradores y miembros de la Curia. Se espera que el traslado del cuerpo a la basílica de San Pedro, donde se abrirá al homenaje público de los fieles, tenga lugar este miércoles 23 de abril. La confirmación de este traslado y los detalles del ceremonial fúnebre serán definidos tras la primera Congregación de los Cardenales, presidida por el decano del Colegio, el cardenal Giovanni Battista Re.
Francisco dejó instrucciones precisas en su testamento, publicado este mismo lunes, acerca de su entierro. Fiel a su estilo austero y cercano a los humildes, pidió reposar en una tumba sencilla, sin ornamentos, en la Basílica de Santa María la Mayor. "Solicito que mi sepulcro sea preparado en el nicho de la nave lateral entre la Capilla Paulina y la Capilla Sforza, el sepulcro debe estar en la tierra; sencillo, sin decoración particular y con la única inscripción: Franciscus”, reza el documento.