Estafas con casas del IPV: el pastor pagará $11M a 18 víctimas

En una audiencia de ampliación de la investigación y reparación integral, el pastor evangélico Alberto Carlos Balmaceda, acusado de estafar junto a una seguidora a varios fieles de su iglesia con carpetas truchas del IPV para obtener casas en barrios de Chimbas o Capital, se comprometió a devolver la plata a 18 de las 35 víctimas del caso. En total, el religioso pagará casi $11 millones dentro de 30 días. De esta forma, recuperó su libertad y, en caso de cumplir con su palabra, será sobreseído. Los feligreses estafados están dispuestos a perdonarlo, lo que quiere decir, que podrá volver a su iglesia "El-Shaddai". 

El juez de garantías Roberto Montilla aprobó la reparación integral propuesta por la defensa y que fue aceptada por el fiscal del caso Eduardo Gallastegui. El imputado también ofreció a través de su abogado Alejandro Castán poner como caución un departamento que tiene en el Barrio San Martin. El imputado deberá depositar la plata dentro de 30 días ante la Oficina de Medidas Alternativas (OMA). "Son $9 millones del fraude y casi $2 millones de intereses", expresó ante el juez, el fiscal Gallastegui tras la presentación de la propuesta. 

Balmaceda terminó siendo excarcelado tras la audiencia y, en caso de cumplir con su promesa, podrá pedir el sobreseimiento del legajo abierto por estafa.  

En la audiencia también se amplió la investigación, ya que se sumaron 28 víctimas, que con las siete iniciales, ya suman 35 damnificados. Ahora la única que podría quedar como imputada es Karen Heredia, la feligresa de la iglesia Balmaceda. La mujer quedó más complicada a partir de los nuevos hechos que relató la UFI Delitos Informáticos y Estafas. La imputada continuará detenida mientras avanza la investigación. 

En las afueras de Tribunales, Fernando Zárate, una de las víctimas señaló ante DIARIO HUARPE que reconocen que el pastor Balmaceda no tuvo nada que ver con las maniobras fraudulentas, que solo se equivocó al permitir que Heredia ofreciera las carpetas. Para cerrar, reconoció que el religioso pagó el daño que hizo con la promesa de la reparación simbólica millonaria y que podrá volver a la iglesia una vez que todo el caso se clarifique. 

El hecho

La investigación, a cargo de la UFI de Delitos Informáticos y Estafas, reveló que las maniobras se orquestaban desde el templo "Iglesia Cristiana El-Shaddai", ubicado en el barrio Huazihul, Rivadavia. Las denuncias comenzaron el 26 de marzo pasado, y rápidamente derivaron en tres allanamientos: en la sede de la iglesia, en la casa del pastor (barrio Los Pinos, Chimbas) y en el domicilio de Heredia, en calle General Acha, Trinidad.

Las víctimas habían accedido a un plan de pago para acceder a una supuesta carpeta del IPV, que tenía un monto total de $700.000. Les habían hecho creer que iban a poder a acceder a casas de tres barrios en construcción en Chimbas, cuyos titulares no siguieron el trámite para obtener la vivienda y por ende las carpetas podían ser adjudicadas de esta manera, situación que fue una farsa, que empezó en noviembre de 2024 y se extendió hasta abril de 2025, cuando los fieles se habían cansado de esperar la carpeta y se habían hartado de las excusas. 

Balmaceda intervino para calmar a los fieles, asegurándoles que todo se resolvería “con fe” y pidiéndoles que no realizaran denuncias. Incluso, según los testimonios, afirmaba tener contactos en el IPV y con exempleados del organismo. Los fiscales Eduardo Gallastegui, Milena Berbari y el colaborador Maximiliano Yanzón detallaron en la audiencia que las carpetas se confeccionaban directamente en el templo evangélico y que varias víctimas, en su mayoría miembros de la congregación, llegaron a abonar la totalidad del monto exigido.

Las amenazas para evitar las denuncias también formaron parte del expediente, según el testimonio de otra mujer que dijo haber pagado $350.000 directamente al pastor Balmaceda.