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Fantasmas en tiempos de selfies, un libro de terror para acercarse a leer
La docente sanjuanina escribió un libro donde reinterpreta en clave de tiempos actuales a personajes del terror de distintas regiones del país.
La luna ilumina lo justo y necesario, la cara se ilumina por la luz del celular, parece una notificación pero los ojos desde adentro de la pantalla escrutan al joven inocente que cayó en su trampa. Así es la atmósfera que crea Janet Ivy Nogueras, la escritora de “No te duermas (historias que asustan al miedo)” una propuesta de terror juvenil donde lo sobrenatural emerge desde lo cotidiano y que se combina a su otro oficio, el de docente. Como especialista en ciencias de la educación, la autora buscó formas de acercar a los jóvenes a la lectura, y con este objetivo en mente puso manos a la obra.
Es que el libro nace de dos preguntas principales, ¿quiénes van a leer? y ¿qué pasaría si? La primera respuesta surgió al instante, este libro iba a estar destinado para jóvenes y su gusto por el terror definiría el género. La segunda fue el génesis del libro ¿Qué pasaría si… me encontrara una bruja? ¿y si se pe apareciera un fantasma? Las respuestas a esto son cada uno de los textos que componen el libro.
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Janet habló del proceso de producción. “Para este libro, el segundo ya, me puse a investigar muchísimo. Quería saber sobre leyendas que existían no solo acá sino en todo el país, después de eso empecé a preguntar a mis alumnos y a mis sobrinos qué pasaría si se encontrar con un fantasma de repente. Después uní todo y los reinterpreté en estos tiempos. Fue mucho de investigar, preguntar y reescribir, reescribir, reescribir y reescribir”, dijo la autora describiendo el oficio de escritor.
Cuando habló de sus referentes puntualizó a dos, Edgar Alan Poe, el padre del género moderno y la autora argentina Liliana Bodoc. De esta última rescató la influencia directa que tuvo en su obra. “Cuando vino a la Feria del Libro en Rawson le regalé un ejemplar de mi primer libro. Al tiempo me mandó una crítica y me dijo que le había gustado un montón y en qué podía mejorar, es decir que ella se había tomado el trabajo de leerme, eso fue muy emocionante y me impulsó a seguir escribiendo.”
Poco a poco más autores se animan a aventurarse a nuevos géneros, de la mano de la autogestión, el panorama literario se abre a nuevos exponentes.