Policiales
Femicidio de Yoselí: las coincidencias con otros dos atroces casos sanjuaninos
El asesinato de la pequeña ocurre en el día en el que Brenda Requena cumpliría 27 años y todo indica que la mataron para ocultar una violación, como en el caso de Zoe Aballay.
POR REDACCIÓN
La muerte de Yoselí Rodríguez, la niña de 11 años de Sarmiento asesinada en Sarmiento, tiene puntos en común con dos femicidios que también conmocionaron a San Juan en los últimos años. La pequeña se convirtió, lamentablemente, en una más de las víctimas de violencia de género y es la primera del 2022 no solo en San Juan, sino que en todo el país.
El crimen salió a la luz este 1 de enero al mediodía, cuando sus familiares encontraron su cuerpo acuchillado cerca de un caserío donde vivía. Todo indica que a la niña la mataron para ocultar un abuso sexual, incluso hay un primo detenido, quien habría sido el autor material. El móvil recuerda a otro caso que horrorizó a San Juan, el de Zoe Aballay.
Se trata de una pequeña de 4 años que en 2016 fue abusada y asfixiada hasta la muerte para ocultar el ultraje. Al igual que en el caso de Yoselí, el perpetrador fue un familiar cercano de la menor, identificado como Juan Rodríguez de 24 años, en el caso de Zoe condenaron a Ezequiel Mereles, el tío de la niña que convivía con ella.
Esto es otro punto en común: se trata de hombres del mismo núcleo familiar que vivían cerca de sus víctimas. Las estadísticas a nivel nacional indican que cerca del 80% de los abusos infantiles se dan en ámbitos intrafamiliares.
Pero además de recordar al caso de Zoe por el motivo, la fecha en la que ocurrió el femicidio de Yoselí también tiene un amargo recuerdo para los sanjuaninos. Es que el 1 de enero cumpliría años Brenda Requena, la joven albardonera asesinada por su pareja, quien intentó hacer creer a la Policía que la mujer se había escapado, pero luego resultó que la había asesinado, desmembrado y quemado en una zona descampada.
Al igual que en el caso de Brenda, a Yoselí su homicida la llevó a una zona apartada e intentó cubrir sus huellas dejándola entre la vegetación. Pero esto no fue suficiente, porque poco después el resto de la familia encontró el cuerpo de la niña, que se convirtió tristemente en una nueva víctima de violencia de género.