Fiesta de Valle Fértil: El intendente Riveros privatiza el festejo

A meses de inicio de gestión, el intendente de Valle Fértil decidió gastar casi $69 millones en la contratación de artistas para la fiesta departamental. Un año después, es decir, ahora, el mismo gestor salió a contar, por intermedio de un comunicado de prensa, que por falta de fondos va a privatizar la celebración.

Mario Riveros expresó en un comunicado que “mi principal objetivo fue velar por los intereses de todos los habitantes de este hermoso pueblo”. Sin embargo, exclamó que a realidad económica llevó a que la administración municipal se quedara con recursos insuficientes para cubrir los gastos que demanda la organización del evento. Esta situación ha llevado a la decisión de aceptar una propuesta privada para la gestión de la fiesta.

El intendente aseguró que el empresario vallisto seleccionado para llevar a cabo la organización fue elegido tras un exhaustivo análisis de viabilidad y compromiso con la comunidad. A pesar de esto, el comunicado no proporciona detalles sobre la identidad del empresario o la productora que se hará cargo del evento, lo que ha suscitado dudas y especulaciones entre los ciudadanos.

Uno de los puntos más críticos de esta decisión es la falta de claridad sobre el alcance de la responsabilidad del privado. No se especifica si el empresario asumirá la contratación de artistas, la logística del evento o si se limitará a una de estas áreas. Esta ambigüedad ha dejado a muchos preguntándose cómo se mantendrá la calidad y la esencia de la fiesta, que es un pilar cultural para la comunidad.

Además, otro aspecto que genera incertidumbre es el lugar donde se llevará a cabo la celebración. El año pasado, el festival se realizó en el Polideportivo Municipal, pero no se ha confirmado si este será el escenario nuevamente o si se trasladará a un predio privado. En caso de que el evento se realice en un espacio municipal, no se menciona que la empresa deba pagar un alquiler, lo que plantea más interrogantes sobre la viabilidad financiera del evento.

La falta de información sobre quién será el encargado de la organización y cómo se llevará a cabo el evento puede generar desconfianza y descontento entre los ciudadanos. La participación activa de la comunidad en la toma de decisiones sobre la fiesta podría ser una forma de asegurar que se mantenga su espíritu original.