País > Hay reclamos
Grave deterioro de las rutas nacionales en La Rioja: baches, barro y peligro constante
La Ruta Nacional 79, que une Olta con Chamical y Catuna, se encuentra en condiciones críticas. Vecinos y transportistas denuncian baches profundos, arreglos precarios y una falta total de mantenimiento.
POR REDACCIÓN
El sur de la provincia de La Rioja atraviesa una situación alarmante en materia vial. La Ruta Nacional 79, eje clave de conexión entre las localidades de Olta, Chamical y Catuna, presenta un deterioro avanzado que pone en riesgo la seguridad de quienes la transitan.
Miguel Herrera, periodista local y corresponsal de Medios Punto X, expuso en Radio La Torre el grave panorama que enfrentan automovilistas y transportistas: “Los baches ya no son baches, son verdaderos cráteres. En algunos tramos la ruta es directamente intransitable”.
El problema se agrava ante la cercanía del fin de semana largo y de las festividades patronales, como las de Santa Rita en Catuna, que movilizan a miles de personas. Herrera advirtió que ya se han registrado colectivos varados, vehículos nuevos con daños en llantas y camioneros que deben realizar maniobras riesgosas para evitar hundirse en el pavimento dañado.
Una de las prácticas que más indignación genera entre los vecinos es el tipo de reparaciones que se realizan. Según el periodista, Vialidad Nacional está tapando los baches con greda y barro, materiales que se disuelven fácilmente con la lluvia. “No solo no arreglan, sino que empeoran la situación. Con lluvia, esa tierra se convierte en trampa para cualquier vehículo”, afirmó.
Además, la falta de alambrados laterales ha permitido la presencia frecuente de animales sueltos en la ruta. “Vacas y caballos cruzan libremente. No hay cercos ni señalización que advierta del peligro”, añadió Herrera. Otro problema es el pronunciado desnivel de la banquina en varios sectores, lo que complica aún más las maniobras de emergencia.
La falta de inversión en infraestructura vial es señalada como una de las causas principales del abandono. “Hay rumores de una orden interna que retiró las cuadrillas de mantenimiento. Hoy los arreglos son mínimos, mal hechos y hasta parecen burlas”, denunció el corresponsal.
El deterioro de las rutas, en este contexto, se vuelve una preocupación creciente no solo para los habitantes del sur riojano, sino también para quienes transitan la región por motivos laborales o turísticos. Mientras tanto, crece el temor de que los “milagros” que han evitado accidentes fatales hasta ahora no duren para siempre.