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Caída de la coparticipación afecta a La Rioja: hubo recorte del 16,4%
Entre enero y marzo, las transferencias automáticas de Nación a las provincias cayeron un 16,4%. La Rioja, una de las más dependientes de la Coparticipación, resiste con fondos propios, pero advierte sobre el impacto en su economía.
POR REDACCIÓN
La provincia de La Rioja enfrenta un escenario económico complejo tras la caída del 16,4% en las transferencias automáticas de Nación durante el primer trimestre del año. El desplome de la Coparticipación Federal de Impuestos, que afecta principalmente a las provincias más dependientes de los recursos nacionales, obliga a replantear proyecciones de gasto público y despierta preocupación en las administraciones provinciales.
Según datos oficiales, el mes de marzo fue el más crítico hasta ahora, con la mayor caída de recursos desde el inicio de 2025. Esta situación golpea especialmente a jurisdicciones como La Rioja, Formosa, Catamarca, Chaco, Jujuy y San Juan, donde entre el 70% y el 77% de sus ingresos provienen de recursos coparticipables. En contraste, distritos como la Ciudad Autónoma de Buenos Aires apenas dependen en un 9% de esos fondos.
La crisis en las provincias se acentúa en un contexto nacional de recesión económica, inflación sostenida y ajuste fiscal. En el caso de La Rioja, el gobierno de Ricardo Quintela se ha visto obligado a sostener políticas esenciales con recursos propios, pese al recorte de fondos y a una deuda de Nación con la provincia que ya supera los 800 millones de dólares en concepto de fondos compensatorios.
A pesar de la merma de recursos, el Gobierno riojano ha sostenido aumentos salariales para empleados públicos, obras de infraestructura paralizadas por Nación, y el avance en la construcción de viviendas, medidas que apuntan a sostener el tejido social y económico provincial.
Un dato que resalta en medio de la crisis es que La Rioja fue una de las pocas provincias donde el ciclo lectivo 2025 inició con normalidad, gracias al diálogo entre el Ejecutivo y los gremios docentes. También se mantienen servicios esenciales en salud, seguridad y educación, aun con un presupuesto cada vez más ajustado.
En contraste, otras provincias ya han comenzado a aplicar recortes y ajustes. Catamarca, por ejemplo, advirtió que no podrá asumir el pago de aguinaldos municipales, y evalúa suspender programas sociales como “One Shot Plus”, destinado a la compra de alimentos con descuento.
Desde la Casa de las Tejas, sede del gobierno provincial, aseguran que la caída de las transferencias nacionales comienza a poner en jaque la estabilidad fiscal de muchas provincias. Aunque algunas logran sostenerse con recaudación propia, la mayoría depende del flujo de fondos de Nación para cubrir sus obligaciones básicas.
“Con recursos cada vez más escasos y necesidades cada vez más urgentes, los gobiernos provinciales enfrentan una disyuntiva crítica: ajustar, con impacto directo en la ciudadanía, o resistir, a costa del equilibrio financiero”, analizan fuentes del Ejecutivo riojano. En cualquier caso, advierten, el resultado es el mismo: más incertidumbre, menos derechos y mayor tensión social.
Mientras el Gobierno Nacional insiste en que en marzo las transferencias automáticas crecieron un 17% real interanual, las provincias señalan que esa comparación oculta el impacto de la caída acumulada y no refleja la situación crítica que se vive en los territorios.
En este contexto, La Rioja busca sostener la gobernabilidad sin resignar derechos, pero el margen de acción se achica. La caída de la coparticipación obliga a repensar la relación Nación-provincias y plantea un nuevo desafío para el federalismo argentino en un país donde la crisis parece haberse vuelto estructural.
Fuente: Nueva Rioja