Política > Controvertido
Grave gesto de Santiago Caputo contra un fotógrafo antes del debate legislativo
El asesor presidencial Santiago Caputo increpó al reportero gráfico de Tiempo, Antonio Becerra, le fotografió su credencial personal y lo acusó de ser “un desubicado” sin motivo alguno.
POR REDACCIÓN
En la antesala del debate de candidatos a legisladores porteños realizado en el Canal de la Ciudad, Santiago Caputo —asesor informal del presidente Javier Milei— protagonizó un incidente que generó preocupación en el ámbito periodístico. El funcionario de hecho, sin cargo oficial pero con gran peso político, increpó e intimidó al fotógrafo del diario Tiempo Argentino, Antonio Becerra.
El episodio ocurrió minutos antes de que comenzara el debate. Caputo arribó al canal rodeado de custodios y evitó responder las preguntas de los periodistas apostados en la puerta. Cuando ingresó al edificio, Becerra —acreditado formalmente para cubrir el evento— comenzó a tomarle fotografías mientras se registraba en el acceso al estudio.
“Cuando se dio cuenta, me miró y me dijo que deje de hacerlo. Yo seguí sacando. Fue ahí cuando me agarró la credencial, la miró detenidamente, sacó su celular del bolsillo y le sacó fotos. Luego me miró fijo y me dijo: ‘Vos sos un desubicado’”, relató el reportero gráfico.
El gesto fue interpretado por testigos como un acto de intimidación directo, dado que Caputo accedió a los datos personales del periodista, una acción considerada fuera de lugar en el marco de un evento público con acreditación oficial.
El hecho generó repudio entre trabajadores de prensa y suma tensión a una relación ya compleja entre el Gobierno y los medios. Diversas organizaciones periodísticas evalúan pronunciarse sobre lo ocurrido, que podría enmarcarse como un ataque a la libertad de prensa.
Caputo es una de las figuras más influyentes del actual gobierno. Aunque no ocupa un cargo formal, es reconocido como el principal estratega comunicacional y operador político del presidente Milei. Su estilo hermético y confrontativo ha sido criticado en reiteradas ocasiones por su falta de diálogo con la prensa y su relación hostil con periodistas críticos.
El hecho pone nuevamente en discusión los límites de la convivencia democrática entre funcionarios y trabajadores de prensa, especialmente cuando los gestos intimidatorios provienen de figuras de alto poder e influencia dentro del Ejecutivo.