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Julián Gil le habría pagado a una mujer para que se retracte de una denuncia por abuso sexual
Los pormenores de la denuncia que llevó a la detención al ex intendente de Caucete, Julián Gil. En una grabación casera, que llegó a los fiscales, el ahora abogado revela que ganó un caso de abuso sexual pagándole a la víctima para que se retracte en su denuncia.
Por Germán González
En la mañana de este miércoles 21 de agosto de 2024, el ex intendente de Caucete, Julián Gil, quedó detenido en Tribunales y llamó la atención a todos los presentes. El ahora abogado acaba de salir de una audiencia cuando efectivos de la UFI Delitos Especiales lo frenaron y le pusieron las esposas. Pero no se conocía mucho de la causa por la que le achacaron el delito de encubrimiento agravado. Según la investigación de Fiscalía y lo que derivó en la aprehensión de Gil, el ex jefe comunal caucetero le pagó a una mujer para que se retracte de una denuncia por violación que había presentado contra su defendido. Del caso se puede desprender que intentó lo mismo con una adolescente de 16 años para que retire una denuncia de abuso sexual y que tuvo el mismo accionar con otros casos, en lo que tocó defender a los acusados, sobre todo en demandas presentadas en Cavig.
Justamente, la joven de 16 años, grabó un audio o un video de la conversación que tuvo cuando se reunió con Julián Gil y familiares del que había acusado por abuso sexual. Estos, con el abogado, intentaron sobornarla, para que cambie su testimonio a cambio de dinero, y es en ese preciso momento es que el ex intendente de Caucete queda al descubierto en la grabación que hizo la adolescente, ya que menciona que había pagado a una mujer para que retire la denuncia del "caso Rodríguez".
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La menor junto con su madre entregaron la grabación en la UFI Anivi, y los fiscales de esa dependencia, después de un análisis, otorgaron el material a los fiscales Francisco Micheltorena y Francisco Nicolía de la UFI Delitos Especiales que iniciaron una investigación para dar con el legajo o la causa a la que se refería Julián Gil. Costó en principio llegar al expediente, porque solo se tenía en conocimiento que se trataba del "caso Rodríguez" en la fiscalía Cavig, tras la referencia de Gil.
Pero, tras una investigación exhaustiva, la fiscalía Delitos Especiales identificó que el caso mencionado en la grabación era un legajo tramitado contra José Armando Rodríguez, imputado por abuso sexual con acceso carnal y amenazas agravadas contra su pareja. Sin embargo, la demandante retiró su acusación tras mencionar que no tenía plata para pagar el alquiler de su casa, que Rodríguez era el sostén económico y que lo había denunciado por bronca, lo que llevó al sobreseimiento de Rodríguez por el delito de abuso sexual, aunque fue condenado por otros delitos menores.
A raíz de estos hallazgos, los investigadores realizaron allanamientos en la casa de la víctima y de Rodríguez, secuestraron sus teléfonos celulares y tomaron nuevas declaraciones a los implicados. La víctima testificó que Gil le ofreció dinero para cambiar su declaración y le proporcionó instrucciones detalladas sobre qué decir. Además, admitió haber mentido en su testimonio original debido a las presiones económicas y el temor por la situación de su familia.
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La fiscalía Delitos Especiales enmarcó el accionar de Gil dentro del delito encubrimiento agravado. Los fiscales Francisco Micheltorena y Francisco Nicolía concluyeron que su intervención para modificar testimonios excedía los límites permitidos en el ejercicio de su profesión, afectando gravemente el curso de la justicia. Calificaron su conducta como una violación a la ley que regula la práctica de la abogacía y solicitaron su detención por estos hechos, que se efectuó este miércoles por la mañana.
Dato
En la grabación, Julián Gil se jactaba de ganar casos haciendo esta maniobra, la de pagarle a las víctimas para que cambien sus declaraciones en la denuncia y así caer el avance de la investigación. El ex intendente mencionó que su accionar tenía más efecto en fiscalía Cavig porque las víctimas eran personas adultas y que en Anivi era más difícil porque la que tenía que mentir era la madre de la víctima.