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La Justicia modificó la búsqueda del kayakista sanjuanino y teme lo peor
Julián Escobar, de 43 años, fue visto por última vez el miércoles pasado. Desde la repartición explicaron que navegaba con todos los elementos de seguridad.
POR REDACCIÓN
Las autoridades judiciales modificaron el operativo para encontrar al kayakista sanjuanino Julián Escobar en el sur del país. El operativo policial dejó de ser de búsqueda y rescate debido a que consideran las bajas probabilidades de supervivencia del deportista. Esto mutó a tareas de menor intensidad, de acuerdo a lo que publicó El Diario del Fin del Mundo.
La medida fue ordenada por el Fuero Federal. El hombre, de 43 años, desapareció el miércoles pasado. Temen que no haya sobrevivido y por eso es que luego de seis días de intensa búsqueda decidieron cambiar la estrategia.
El jefe de la Prefectura de Ushuaia, Miguel Ángel Nardelli, explicó que Escobar navegaba en su kayak realizando una travesía entre Bahía Sloggett y Aguirre. No estaba solo, sino que lo acompañaba José Augusto Caballero, quien pudo precisar lo que sucedió. Este relato fue clave para determinar puntos fundamentales en la investigación.
Caballero indicó que fueron sorprendidos por una tormenta en una zona de acantilados y que si bien él pudo ponerse a resguardo, la embarcación de su compañero fue arrastrada por la corriente hacia el sur. El fenómeno provocó que la misma se rompiera por el impacto de las olas. Justamente, los investigadores encontraron parte del kayak durante el quinto día del operativo.
La Prefectura tomó el testimonio de Caballero, quien aseguró que Escobar quedó en el agua con algo de flotabilidad, aunque sin desplazarse. La embarcación, por su parte, chocó contra las piedras luego de ser arrastrado por las olas.
La zona en donde ocurrió este hecho es complicada, ya que se encuentra a mar abierto, según entendieron los especialistas. Nardelli aseguró en diálogo radial que hay personas que a veces no llegan a la costa porque el mar los tira hacia adentro. En ese punto, aclaró que ambos kayakistas estaban con todos los elementos de protección. “No había nada que les impidiera hacer la travesía”, concluyó.