La sanción que enfrentará Racing y la interna que casi termina en tragedia

Racing enfrenta una posible clausura de su estadio tras el uso de pirotecnia en un partido, mientras la interna de la barra brava casi culmina en una emboscada.

El estadio de Racing Club podría recibir una severa sanción por el uso de pirotecnia durante el reciente encuentro contra Corinthians. El Ministerio de Seguridad, bajo la recomendación de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide), está evaluando una clausura total del Cilindro por al menos un partido, después de que 20 hinchas fueran atendidos por quemaduras y lesiones relacionadas con el uso de bengalas.

La situación se agrava en un contexto donde la leve sanción impuesta a River Plate por un incidente similar ha llevado a otros clubes a emular este tipo de exhibiciones, lo que podría tener repercusiones serias en Racing. La decisión sobre la sanción debe ser comunicada pronto, dado que el club tiene un partido programado contra Instituto el domingo.

Además de las implicaciones administrativas, las imágenes captadas por las cámaras de seguridad han evidenciado la complicidad de miembros de la seguridad privada de Racing en la introducción de elementos pirotécnicos, lo que agrava aún más la situación. La denuncia del Ministerio de Seguridad recae en la Unidad Fiscal de Instrucción Cuarta de Avellaneda, lo que sugiere que el castigo podría ser severo y ejemplar.

Por otro lado, la tensión en la platea aumentó con la aparición de dos exlíderes de La Guardia Imperial, Raúl "Huevo" Escobar y Nelson "Paraguayo" Medina, quienes fueron agredidos por miembros de la barra brava actual. La Policía intervino para proteger a los ex jefes y los mantuvo en un palco durante más de 40 minutos debido a temores de emboscadas.

Este incidente revela la complejidad de las relaciones entre los grupos de barra y la dirigencia de Racing. Aparentemente, hubo un llamado de un alto directivo a Leandro Paredes, actual jefe de la barra, para advertir sobre las grabaciones de seguridad, lo que sugiere que los directivos buscan proteger a los barrabravas en lugar de tomar acciones firmes contra ellos.

La situación de la barra de Racing es tensa y compleja. Tras la derrota de su facción histórica, la Guardia Imperial, el control actual ha cambiado de manos, pero las viejas rencillas persisten. En este clima de violencia e impunidad, el futuro del Cilindro y la seguridad en los partidos de Racing penden de un hilo, mientras las autoridades estudian cómo proceder ante estas alarmantes circunstancias.