Provinciales > Para en tiempos de pandemia
Los docentes de la UNSJ se suman al apagón virtual dispuesto para el lunes
Piden una mejora salarial y que les reconozcan los gastos que demanda la enseñanza virtual.
POR REDACCIÓN
Los docentes de la Universidad Nacional de San Juan se sumarán a un apagón virtual organizado para este lunes para reclamar por mejoras salariales y porque la Nación les pague el dinero que demanda la conexión a clases virtuales.
Jaime Barcelona, secretario general del gremio de docentes universitarios Adicus, explicó que el apagón virtual será el próximo lunes y es el equivalente a un paro, pero realizado en tiempos de pandemia. Podrán adherir a esta medida de fuerza los docentes de las 5 facultades y los docentes de los 3 colegios preuniversitarios.
Durante esta jornada los trabajadores podrán negarse a dar clases on line o inclusive responder a los alumnos que les hagan consultas por medio de WhatsApp o en las plataformas habilitadas por la Casa de Altos estudios.
La medida aplicada en San Juan fue tomada a nivel nacional por el Congreso Extraordinario de la Federación Nacional de Docentes, Investigadores y Creadores Universitarios (Conadu Histórica) que aprobó un paro nacional por 24 horas.
El gremio nacional sesionó por videoconferencia Zoom, con más de 100 delegados de las distintas Asociaciones de Base y aprobó convocar a la docencia universitaria y preuniversitaria a un Paro Nacional de actividades, con apagón virtual o desconexión y acciones de visibilización para el próximo 28 de septiembre.
Entre los pedidos del gremio figuran una urgente recomposición salarial, el reconocimiento de gastos ocasionados por la enseñanza virtual desde los hogares. Además piden por la estabilidad de las y los docentes interinos y contratados.
En un comunicado la Conadu explicó que la paritaria salarial venció a fin de junio de este año, y pasados ya casi tres meses se agrava el deterioro de los salarios por la inflación.
Además piden que el Consejo de Rectores apruebe un pago en reconocimiento de gastos que ya se aprobó en las Universidades de Patagonia Austral y Luján como una forma de solventar lo que gastaron los docentes para poder llevar adelante sus clases no presenciales.