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Los gatos sienten los cambios de clima: así puedes ayudarlos
Los cambios en el clima pueden influir en la conducta y bienestar físico de los felinos. Reconocer sus signos y aplicar cuidados específicos es clave para protegerlos.
POR REDACCIÓN
Como todos conocemos, los gatos son animales altamente sensibles que pueden percibir incluso las variaciones más sutiles en el clima. Lamentablemente, estas alteraciones pueden perjudicar la salud de tu mascota y reflejarse en su comportamiento, como agitación, búsqueda constante de refugio o vocalizaciones excesivas. Algunos felinos incluso desarrollan patrones de comportamiento inusuales, como esconderse en lugares apartados, cuando sienten que se aproxima una tormenta o frente a bruscos descensos de temperatura.
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En términos físicos, los gatos con enfermedades crónicas o de edad avanzada son los más vulnerables. La humedad y el frío suelen agravar dolencias musculoesqueléticas, como la artritis, incrementando la rigidez y el dolor en las articulaciones. Además, los cambios abruptos en la presión atmosférica pueden tener un impacto en gatos con afecciones cardíacas o problemas circulatorios, intensificando síntomas como fatiga o malestar general.
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La ansiedad también es una respuesta común a los cambios climáticos. Los gatos que normalmente son tranquilos pueden mostrar signos de estrés, como pérdida de apetito, alteraciones en el sueño o comportamientos repetitivos. Si el estrés se prolonga, podría derivar en problemas de salud más complejos o en cambios permanentes en su conducta.
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Cómo proteger a los gatos frente a los cambios climáticos
Proteger a los gatos de los efectos adversos del clima requiere un enfoque integral:
- Crear espacios seguros: Es fundamental ofrecer lugares en casa donde los gatos puedan refugiarse, como cajas con mantas o áreas tranquilas lejos de ruidos.
- Regular la temperatura del hogar: Durante días calurosos, usar ventiladores o aire acondicionado ayuda a evitar golpes de calor, mientras que en invierno es ideal proporcionar camas acolchadas y mantas para conservar el calor.
- Mantener una buena hidratación: Especialmente en días de calor, añadir agua a la comida húmeda puede ser una estrategia para prevenir la deshidratación. Asegurarse de que siempre tengan acceso a agua fresca y limpia.
- Supervisar su comportamiento: Ante signos de malestar persistente, como apatía o dificultad para moverse, es esencial acudir al veterinario para evaluar posibles problemas de salud.
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Uso de remedios naturales y tratamientos alternativos
El uso de plantas y remedios naturales puede ser una opción complementaria para mejorar el bienestar de los gatos sensibles al clima. Por ejemplo, la lavanda y la melisa tienen propiedades relajantes que ayudan a calmar la ansiedad provocada por tormentas o ruidos fuertes. El espino blanco y la milenrama son beneficiosos para el sistema cardiovascular, mejorando la circulación y reduciendo los efectos de los cambios en la presión atmosférica.
La homeopatía también puede ser útil en casos específicos. Remedios como aconitum napellus o rhus toxicodendron son recomendados para aliviar el dolor articular y muscular en días fríos y húmedos, mientras que phosphorus es ideal para calmar a gatos que se muestran nerviosos durante lluvias o vientos fuertes.