Los problemas de salud de Tyson ponen en duda la pelea con Paul

La anticipada pelea entre Mike Tyson y Jake Paul está generando más que expectativas deportivas. A días del enfrentamiento entre el legendario ex campeón de peso pesado y el youtuber convertido en boxeador, Tyson enfrenta una investigación por parte del Departamento de Licencias y Regulación de Texas (TDLR). La investigación surge a raíz de los recientes comentarios del "Iron Man" sobre su salud, que incluyen preocupantes revelaciones sobre una grave úlcera estomacal y su deseo de morir en el ring.

Tyson, de 58 años, quien ha sido un ícono del boxeo desde sus días como campeón indiscutido, confesó en una entrevista reciente que sufrió una úlcera estomacal en mayo, que lo llevó a vomitar sangre y ser hospitalizado. Este episodio de salud lo hizo reflexionar sobre su mortalidad. "Le pregunté a la doctora si iba a morir, y ella no dijo que no. Me puso nervioso", declaró Tyson, quien aseguró que, durante su recuperación, pensó en morir "como un gladiador" en el ring, una idea que encendió las alarmas entre las autoridades.

El TDLR, encargado de supervisar los combates profesionales en el estado de Texas, confirmó que Tyson deberá someterse a exámenes físicos exhaustivos por parte de médicos designados, quienes también revisarán su historial médico previo al combate contra Jake Paul. Tela Mange, representante del departamento, declaró que estos exámenes son rutinarios en casos de boxeadores con antecedentes médicos complejos. "Discutiremos el historial médico del Sr. Tyson con él y los médicos encargados de su atención", explicó Mange.

La noticia de la investigación ha generado incertidumbre entre los fanáticos del boxeo, que habían esperado con ansias este regreso de Tyson al ring. A pesar de los problemas de salud, Tyson ha trabajado en su recuperación y se ha mostrado confiado de estar en condiciones de pelear, declarando recientemente en redes sociales que "ahora me siento al 100%". En su cuenta de Twitter, incluso bromeó con su rival, Jake Paul, diciendo que no necesita estar al máximo para vencerlo.

El combate, que originalmente estaba programado para julio, fue pospuesto debido a la grave enfermedad de Tyson. Ahora, con seis meses de preparación, el "Tigre" está listo para regresar al ring, pero el estado de su salud sigue siendo un tema de preocupación. A lo largo de los años, Tyson ha sido una figura controversial, tanto por su talento como por sus problemas fuera del cuadrilátero, pero su legado sigue intacto para muchos de sus seguidores.

Sin embargo, no todo ha sido positivo en cuanto a la respuesta de los fanáticos. En las redes sociales, algunos de sus seguidores le pidieron que no peleara, argumentando que no tiene nada que probar. "No pelees, Mike, te lo imploro", fue uno de los mensajes más destacados, mientras que otros alentaron su recuperación: "Sr. Tyson, cuídese. Lo admiramos por lo que ha hecho en el ring, no necesitamos que arriesgue más".

Por su parte, Tyson no ha ocultado que su cuerpo no está en el mejor estado físico. En 2022, una imagen viral lo mostró utilizando un bastón debido a los efectos de la ciática, un dolor lumbar que, según explicó, lo hace sufrir intensamente cuando se presenta. "Cuando estalla, no puedo ni hablar", confesó Tyson en una entrevista. A pesar de esto, afirmó que se siente bien para regresar a la acción, aunque advirtió que su cuerpo "está como una mierda".

La pelea contra Jake Paul, que se celebrará en Texas, será un combate atípico: los rounds serán de solo dos minutos en lugar de tres, algo que Tyson pidió para asegurarse de que el enfrentamiento sea más dinámico y con mayor acción. Sin embargo, la pregunta que ronda es si el estado físico de Tyson le permitirá estar a la altura de un joven Jake Paul, quien a pesar de no ser un boxeador profesional experimentado, ha demostrado ser un oponente peligroso.

A medida que la fecha del combate se acerca, la incertidumbre sobre la salud de Tyson crece. La investigación en curso sobre su condición física será determinante para ver si finalmente sube al ring o si su regreso se ve frustrado por razones médicas.