Noboa y González no consiguieron los votos y van al balotaje en Ecuador

Las elecciones presidenciales en Ecuador han dejado un escenario de máxima competencia de cara a la segunda vuelta electoral, donde el actual mandatario, Daniel Noboa, y la candidata de izquierda, Luisa González, se disputarán la presidencia el 13 de abril. Con un escrutinio que mostró una diferencia de menos de un punto porcentual entre ambos contendientes, el país se encamina hacia un balotaje reñido y decisivo.

Con el 90% de los votos contabilizados, el líder del Movimiento Acción Democrática Nacional (ADN) se imponía con un 44,3% de los sufragios frente a la candidata de la Revolución Ciudadana, quien alcanzó un 43,8%. El ajustado margen entre ambos refleja la fuerte polarización del electorado y reaviva el enfrentamiento que ya protagonizaron en octubre de 2023, cuando Noboa se impuso por menos de cuatro puntos, tras haber quedado en desventaja frente a González en la primera vuelta de aquel proceso.

Las cifras oficiales confirman que la contienda se centró esencialmente en estos dos candidatos, dejando en una posición irrelevante al resto de los aspirantes. Los 12 postulantes restantes apenas sumaron en conjunto el 11% de los votos, destacando entre ellos Andrea González Nader, con un 2,81%, y el líder indígena Leonidas Iza, quien alcanzó un 4,74%. Este último resultado supone una merma en la influencia histórica del movimiento Pachakutik, que en el pasado desempeñó un papel clave en la política ecuatoriana.

A nivel legislativo, los resultados preliminares del escrutinio para la Asamblea Nacional favorecen a la bancada de Noboa, cuyo partido, ADN, alcanzaba el 45,56% de los votos con el 26% de las mesas escrutadas. Por su parte, la Revolución Ciudadana de Luisa González obtenía un 39% de los apoyos, lo que anticipa una configuración parlamentaria en la que el oficialismo podría contar con una ventaja significativa.

El balotaje de abril se perfila como un nuevo capítulo en la pugna entre el oficialismo y la corriente correísta, en una contienda que definirá el rumbo del país en los próximos años. Con márgenes tan estrechos, el desenlace sigue abierto y la campaña de segunda vuelta será crucial para captar el voto de los indecisos y de quienes respaldaron a los candidatos eliminados en la primera ronda.