Ocultó 30 años su homosexualidad y ahora defiende la lucha en familia

A sus 51 años, Sergio Loyola recordó en la Semana de la Diversidad lo que vivió hace 20 años, la confesión de su homosexualidad a su familia. Este hecho marcó un antes y un después en su vida, le permitió ser quien siempre quiso y, principalmente, alcanzar la felicidad. Actualmente lleva la bandera de la lucha del movimiento LGBT, causa que defiende, al igual que el feminismo, junto a sus dos hijas, Aldana de 26 años y María, de 24.

Sergio supo durante toda su vida su orientación sexual pero fueron la crueldad y las imposiciones de la sociedad las que lo llevaron a tomar algunas decisiones en su juventud. “Antes era bastante traumático para la persona y el entorno, importaba mucho el qué van a decir los otros, en medio de esta sociedad tan patriarcal y conservadora”, contó. Incluso, aseguró que creció con miedo, con “terror” al rechazo, a no ser aceptado y a quedarse solo. Fue así que llegó a casarse en 1991 y a tener dos hijas a pesar de que dentro de él había algo latente que no se animaba a revelar.

Cinco años estuvo con su esposa y con el tiempo comenzó a aceptar su homosexualidad y a sentir necesidad de difundirla, de que sus seres queridos sepan, algo que él requería para poder ser feliz. En la cena de fin de año en 1998, en la que estaba toda la familia reunida, le hicieron una pregunta que lo animó a contar su verdad a los 30 años. “¿Cómo querés empezar el año?”, le dijeron y Sergio no lo dudó, ese es uno de los momentos que aún hoy recuerda “patente”.

En aquel tiempo estaba buscando la felicidad, era lo único que deseaba así que decidió a hablar. “Les dije que más allá de las creencias que podía tener cada uno y de las opciones que nos daba la vida, uno tenía que venir a ser feliz”, dijo delante de todos. La mayor parte de sus allegados, incluida su madre y quien en ese momento era su esposa, aceptaron los dichos y también las disculpas que les pidió. Mientras que, un hermano tuvo un “ataque de bronca” pero después de algunos momentos lo abrazó y le dijo “bueno, sos mi hermano, te voy a aceptar como sos”.

De izquierda a derecha, María, Sergio y Aldana junto a su hijo y su hija posando para una fotografía. (Foto: Sergio Leiva).

En su entorno laboral los hechos se dieron con mayor facilidad ya que estaba inmerso en el mundo del arte debido a que era profesor de teatro y en el ámbito había una mayor apertura a la diversidad. “Ahí había más afinidad, más contención, no había discriminación, me decían `qué bueno que lo lograste´”, contó Sergio.

Actualmente, celebra la contención que hay para las personas con diversas orientaciones sexuales que pueden hasta denunciar cuando son discriminadas. Así es que vive con “mucha alegría” junto a sus hijas y sus nietos con quien mantiene una relación muy cercana y a quienes trata de ver casi todos los días. “Cuesta muchos años tomar decisiones así que cuando se toman tienen que ser para ser feliz y creo que en esta generación están logrando ser felices”, dijo sobre los tiempos que corren.

Para finalizar, habló sobre el futuro y sus esperanzas de que sus nietos puedan vivir con alegría y con la orientación sexual que quieran tomar. Además, apuntó a que los pequeños sean criados sin odio ya que “son los adultos lo que les enseñan”. “Tendríamos que aprender de ellos, a no discriminar y no trasladar el odio”, cerró Sergio.

Actividades por la Semana de la Diversidad:

Viernes 8 de noviembre:

A las 17 habrá un foro sobre diversidad, derechos y políticas publicas en el Centro de Estudiantes de la Facultad de Filosofía y a las 18, presentarán la Ley Integral de Cupo Laboral Trans en el mismo lugar. 

Sábado 9 de noviembre:

A las 17 se realizará la Carrera de Tacos en la Peatonal donde también se presentarán diversos artistas y partir de las 20 tendrá lugar la Marcha de la Diversidad y Visibilidad LGBT que partirá desde la Plaza 25 de Mayo.