Política > Bajo rendimiento
Pese a la gran actividad legislativa en el 2024, se registraron pocas leyes aprobadas
A pesar de la hiperactividad legislativa, solo se aprobaron nueve leyes este año. El oficialismo, en minoría, afrontó dificultades para avanzar con su agenda.
POR REDACCIÓN
A pesar de la alta actividad parlamentaria registrada en 2024, el Congreso de la Nación aprobó únicamente nueve leyes, lo que plantea interrogantes sobre la productividad y efectividad de los legisladores. Este año, se realizaron 19 sesiones, un número cercano a las 17 del año anterior, pero lejos de las 27 que se alcanzaron en 2022. En ese sentido, aunque hubo una aparente hiperactividad, la falta de acuerdos y la dificultad para avanzar en temas clave impidieron que se lograran más avances legislativos.
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Uno de los motivos de la baja cantidad de leyes aprobadas es la complejidad del contexto político, especialmente para un oficialismo que se encuentra en minoría. Esta situación hizo más difícil alcanzar consensos en temas prioritarios como la seguridad, la justicia y la agenda electoral. En lugar de impulsar proyectos aislados, el Gobierno optó por la estrategia de unificar varios temas en un solo proyecto de ley, una táctica que, si bien le permitió aprobar algunas leyes como la Boleta Única de Papel y la Ley de Movilidad Previsional, no logró el impacto esperado.
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Además, el segundo semestre del año fue especialmente complicado para el oficialismo, que no logró avanzar en la designación de los dos vacantes en la Corte Suprema, ni completar la conformación de la Auditoría General de la Nación. El gobierno de Javier Milei, al igual que otros actores políticos, rechazó algunos proyectos clave, como el aumento del presupuesto universitario, que fue inmediatamente vetado.
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Por otro lado, la falta de acuerdos entre los diferentes bloques parlamentarios ha generado tensiones y podría prefigurar un 2025 complicado para el Congreso. El PRO, en particular, dejó en claro sus condiciones para acompañar la agenda del Ejecutivo en el próximo año, mientras que otros sectores de la oposición, incluidos los bloques provinciales, esperan definiciones respecto al Presupuesto 2025. Este escenario refleja la necesidad de un consenso más amplio, algo que hasta el momento no ha sido fácil de lograr.
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Con todo esto, queda claro que la actividad legislativa, aunque constante, no se tradujo en un avance significativo en términos de leyes aprobadas. De cara a 2025, los desafíos seguirán siendo grandes, ya que el Congreso tendrá que afrontar la presión por aprobar leyes clave, especialmente aquellas vinculadas a la distribución de recursos y a la reactivación económica, en un contexto de tensiones políticas cada vez más marcadas.