Quedan unos 350 sanjuaninos con intenciones de volver a la provincia

Sin circulación viral comunitaria, los sanjuaninos que quieren regresar a la provincia siguen siendo foco de especial atención por parte de la administración uñaquista. La decisión de extremar el seguimiento de ese grupo se debe a que la gran mayoría de los positivos de coronavirus que se dio hasta el momento fue de personas que venían del exterior o de otras jurisdicciones argentinas.  Según la Secretaría de Relaciones Institucionales, todavía hay unos 350 comprovincianos con ganas de volver.

Desde que se desató la pandemia, la vuelta de personas a sus lugares de origen se convirtió en una fiebre en todo el mundo. De marzo hasta la actualidad, contando los que estaban de vacaciones, los que habían viajado por cuestiones de trabajo y académicas y hasta algunos que estaban radicados en el exterior, se cuentan 5.700 sanjuaninos que regresaron a su hogar, aseguró Marcelo Fretes, el titular de Relaciones Institucionales.

Los registros del organismo oficial indican que quedan “unos 350” que han expresado su deseo de volver. Sin embargo, en el Gobierno estiman que no todos lo harán. Fretes aseguró que “hay algunos que dijeron que querían regresar, pero por ahora se quedan porque retomaron sus trabajos o son deportistas que están siendo convocados por sus clubes”.

De los 350, 35 están en el exterior, mayoritariamente en Chile (más del 50%). El resto se encuentra repartido en el país, preferentemente en Buenos Aires, Capital Federal y Córdoba, donde la situación es compleja por la cantidad de contagiados que hay.

Las dos vías principales por las que el virus puede penetrar los límites provinciales son los repatriados y los transportistas, que forman parte de los trabajadores declarados esenciales y que circulan por todo el país y países limítrofes. De hecho, han sido los protagonistas de casi todos los casos que se han dado en San Juan.

De los 16 contagiados registrados, solamente 2 fueron por contacto estrecho (se contagiaron aquí de personas que llegaron de afuera de San Juan) y los demás son importados. Entre estos últimos, hay un solo transportistas y los demás son personas que estaban afuera.

De ahí que los que pegan la vuelta, deben cumplir un estricto protocolo de seguridad. Una vez que llegan al límite, son acompañados en una cápsula policial hasta un hotel o un complejo de cabañas asignado por el Estado provincial para que cumplan sí o sí una cuarentena de 14 días.

Todos son sometidos a testeos que realiza Salud Pública, para determinar si hay algún contagiado. Esa política le ha permitido a la autoridad sanitaria detectar enfermos asintomáticos, que son los que mayor peligro de contagio representan porque ni siquiera ellos saben que portan el virus.

San Juan es una de las pocas provincias que les practica testeos a toda la población de repatriados y los que vienen de otros distritos del país. Una sensible diferencia con Mendoza, por ejemplo, donde solamente les hacen estudio a aquellos que presentan síntomas, con lo que baja la posibilidad de detectar a los asintomáticos y crecen las chances de contagio.