Para el olvido, San Martín recibió una terrible goleada en Santiago del Estero

Definitivamente San Marín no hace pie jugando de visitante y en la noche de Santiago del Estero lo confirmó. Perdió 4-0 ante Güemes que hacía 6 partidos que no ganaba de local y que lucha por no caer en zona de descenso. Resultado abultado para por tercera vez recibir cuatro goles fuera de San Juan. Un dilema que no tiene solución y frena las reales intensiones del verdinegro.

San Martín, su imagen, juego, rendimiento y producción se fue desdibujando para redondear un partido altamente oscuro. La realidad  del equipo de César Monasterio es que te come de local, pero que de visitante otorga todas las ventajas para ser tan irregular como sus pretensiones en la Primera Nacional.

Condición en la que dio todas las ventajas y espacios. Carente de juego, fácil de vulnerar y frágil de cabeza. Porque tras recibir el primer gol, en contra de Abel Masuero tras un gran remate de Contreras que reventó el travesaño, el equipo se apagó. Sin luces propias, 3 minutos después y otra vez por una falencia en el fondo, Lucas Cano anotó  el 2-0 con el que se fueron al descanso.

Situación límite para el verdinegro. Altamente preocupante y que se agravó más en el inicio mismo del complemento cuando a los 2' y en una gran contra santiagueña y con San Martín mal parado, Maxi Cajas puso el 3-0.

Derrocado anímicamente, Güemes le dio el golpe de nocaut ahí nomás. Porque a los 6', Grahl perdió la pelota en el mitad de la cancha, y con Monllor adelantado, Ignacio Vallejos definió por arriba y de larga distancia para el 4-0. 

En Santiago del Estero, San Martín recién probó al arco a falta de 10’ para el final. Estuvo lejos de su despliegue y toma mayor gravedad porque el rival anímica y futbolísticamente llegó al partido inmerso en una situación límite con la relación entre hinchas y el DT Walter Perazzo totalmente rota.

Situación que un desconocido San Martín nunca supo aprovechar. El de abajo de la tabla rompió los pronósticos ante la libertad que le otorgó el conjunto sanjuanino, que no sólo recibió una mazazo, sino que fue superado y sin demostración futbolística alguna que para ser un equipo con intenciones de ascenso complica el futuro y preocupa por la falta de reacción y variantes en juego y nombres.