País > Fue viral
Santa Fe: devolvió una transferencia equivocada y pidió un asado como recompensa
Un joven santafesino devolvió una transferencia millonaria que le llegó por equivocación desde Paraná. El gesto fue celebrado en redes y su única petición fue compartir un asado con gaseosa.
POR REDACCIÓN
Una inusual historia de honestidad ocurrió este martes en Santa Fe, cuando Mauro, un joven vecino, descubrió en su cuenta bancaria una transferencia inesperada de $12,5 millones. Lejos de aprovechar la situación, devolvió el dinero de inmediato y, como único pedido, propuso celebrar con un asado.
El hecho se originó por un error de alias al momento de realizar una transferencia. El remitente fue un empresario de Paraná dedicado al rubro automotor, quien, al notar la equivocación, logró contactarse con Mauro a través de un mensaje por Facebook Messenger. "Al principio dudé, no sabía si era una estafa o algo raro", contó el joven en diálogo con Cadena 3. Pero al confirmar que el número telefónico coincidía con la zona, decidió revisar su cuenta.
Fue entonces cuando comprobó que efectivamente el dinero estaba acreditado. Le envió una captura al empresario para que viera que el monto había llegado correctamente y, sin dudar, lo transfirió de vuelta. “Sin ningún problema de transferencia, se lo reenvío”, aseguró Mauro, quien enfatizó que no tenía intención de quedarse con algo que no le pertenecía.
El empresario, agradecido por el gesto, le preguntó si quería algún tipo de recompensa. “No quiero nada, esa plata es tuya, no es mía”, respondió Mauro, aunque entre risas admitió que sí le gustaría compartir un asado: “Un buen asado con una gaseosa bien fría”.
La historia rápidamente se viralizó, no solo por el monto involucrado, sino por la actitud desinteresada del joven. “Siempre vi estas cosas por televisión, pero es la primera vez que me pasa”, comentó. Y concluyó con un mensaje que resonó entre los usuarios de redes sociales: “No tenemos por qué quedarnos con algo que no nos corresponde. Que el de arriba te devuelva el doble”.
El caso se convirtió en un ejemplo de integridad en tiempos donde los gestos de honestidad no siempre ocupan los titulares.