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Secuestrados y estafados en Polonia: el drama de una pareja argentina
Dos jóvenes cordobeses vivieron meses de violencia y maltrato en un frigorífico de Polonia, y luego fueron víctimas de una nueva estafa. Su relato escalofriante.
POR REDACCIÓN
Lucas Terraza de 23 años y Milagros Gutiérrez de 21, una pareja de Córdoba, viajaron a Europa con la esperanza de encontrar mejores oportunidades laborales. Tras aplicar a una oferta de trabajo en un frigorífico porcino en Polonia, llegaron en febrero de 2024 con la promesa de condiciones dignas. Sin embargo, lo que les esperaba fue todo lo contrario.
"Nos habían prometido casa para parejas, compartida, pero para parejas nada más", relató Lucas, pero al llegar, el panorama fue muy diferente. La vivienda era un "conventillo" donde convivían 52 personas de diversas nacionalidades, entre ellas colombianos, georgianos, rusos y moldavos. "Había familias, gente adulta mayor y niños, todo mezclado. Teníamos dos baños y una cocina. Era un desastre", contó el joven.
Además de las pésimas condiciones de alojamiento, el trabajo en el frigorífico resultó ser mucho más duro de lo que esperaban. "Nos pagaban entre 600 y 800 dólares al mes, dependiendo de las horas extra, pero la situación era insoportable", indicó Lucas. La pareja debía trabajar de lunes a sábado, entre 9 y 10 horas diarias, y si decidían irse, debían pagar un extra para poder abandonar el lugar. "Si no pagabas, no te dejaban ir. Era como un secuestro", aseguró Lucas.
A la violencia laboral se sumaba el abuso de poder por parte de los jefes. "Me amenazaron cuando les dije que me quería ir", recordó Lucas, quien también mencionó el alto nivel de violencia entre los propios compañeros de trabajo. "Vimos compañeros que se apuñalaron entre ellos", relató.
El punto de quiebre llegó cuando la situación se volvió insostenible. "En la casa había mucha gente que venía de la guerra. Muchos estuvieron en Afganistán, en Pakistán, en la guerra de Georgia", dijo Lucas, describiendo un ambiente cada vez más violento. Con la ayuda de un grupo de colombianos, lograron reunir 2500 euros para poder salir.
Pero la pesadilla no terminó allí. Después de salir del frigorífico, Lucas y Milagros fueron nuevamente engañados por una oferta de trabajo en una fábrica de muebles en otra ciudad polaca. A su llegada, una mujer rusa les pidió sus pasaportes, solo para decirles que no estaban autorizados a estar allí. "Nos quedamos en la calle, sin dinero. Nos habían estafado", explicó Lucas.
Desesperados, la pareja pidió ayuda en el Consulado argentino y en la ONU, pero no obtuvieron respuestas. Finalmente, gracias al apoyo de familiares y amigos, lograron ser repatriados a Argentina. "Llegué a pensar que no íbamos a volver nunca más", concluyó Lucas, quien decidió compartir su experiencia para alertar a otros compatriotas.
Su historia se une a la de otros argentinos que también vivieron situaciones similares en Polonia, y su objetivo es evitar que más personas caigan en estas trampas laborales.