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Dos concejales defienden el único acuífero de agua dulce en Jáchal
Los concejales Sonia Araya y Felipe Táñez reafirmaron ante la comunidad su compromiso con la protección del único acuífero de agua dulce del departamento, en medio de los cuestionamientos del Ejecutivo Municipal. Los otros cuatro, faltaron a la cita.
Tal como estaba programado, el pasado viernes 6 de diciembre, la Asamblea Jáchal No Se Toca convocó a una nueva reunión en la plaza departamental San Martín para exigir la continuidad de la Ordenanza N° 3172, que declaró “área protegida municipal” a Pampa del Chañar, lugar donde se encuentra el único acuífero de agua dulce de Jáchal. Al encuentro estaban invitados los seis concejales del departamento que aprobaron en septiembre, por unanimidad, la normativa. Pero solo asistieron dos de ellos: Sonia Araya y Felipe Táñez. Los demás, brillaron por su ausencia (Héctor Sánchez, Gema Casa, Mariela Mesías y Walter Berón), dejando en claro la postura que tienen al respecto de los dichos de los funcionarios del Ejecutivo Municipal que hace unos días, respaldado por un dictamen de Asesoría Letrada, tacha a la normativa de exceder competencias y vulnerar disposiciones constitucionales.
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"No daremos un paso atrás"
En su intervención, la concejal Sonia Araya aseguró que la normativa fue elaborada con respaldo técnico y consenso legislativo. “El agua es un recurso tan vital como el aire. Vamos a continuar con esta ordenanza y defenderla hasta el final”, declaró enfáticamente. Descartó la posibilidad de derogar la norma para redactar una nueva, desmintiendo rumores al respecto.
Por su parte, Felipe Táñez cuestionó duramente la falta de inversiones en infraestructura hídrica durante las gestiones anteriores y la actual (Miguel Vega y Matías Espejo, respectivamente) a quienes responsabiliza por la crítica situación que están sobrellevando varias familias el departamento por la falta de agua en sus domicilios. "Los vecinos de la zona rural están sufriendo por esta desidia. Es momento de que los responsables den la cara", expresó.
También criticó el papel del actual asesor letrado Julio Andino, señalando que sus observaciones buscan debilitar el trabajo del Concejo Deliberante.
Una lucha que recién comienza
Araya y Táñez recalcaron que la ordenanza 3172, cuenta con el aval del Instituto Nacional del Agua (INA-CRAS) y que su objetivo es incuestionable: proteger la última reserva de agua dulce de Jáchal.
"El agua es un derecho humano. Esta ordenanza garantiza vida y salud para el pueblo", dijo Araya.
Ambos ediles llamaron a la comunidad a unirse en esta causa, pues consideran que la defensa del acuífero es una responsabilidad colectiva. “La ordenanza está en vigencia. Ahora, el desafío es hacerla cumplir”, subrayaron.
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Llamado al Ejecutivo y al pueblo
Desde la Asamblea Jáchal No Se Toca, insistieron en que el Ejecutivo Municipal debe reconsiderar su postura y buscar alternativas legales que respeten la normativa y protejan el recurso hídrico.
Además, exhortaron al pueblo de Jáchal a involucrarse activamente en la lucha por el agua segura, dejando claro que solo con unidad podrán garantizar el respeto y la vigencia de la Ordenanza 3172.
El mensaje de los concejales y la Asamblea jachallera es claro: la lucha por el acuífero no solo es una cuestión legal, sino un compromiso por el presente y el futuro de Jáchal.