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Vaticano vive jornada histórica: cardenales asistieron a misa previa al cónclave papal
Con una solemne ceremonia en la Basílica de San Pedro, los 133 cardenales electores iniciaron el proceso que definirá el futuro de la Iglesia católica. Tras la misa "Pro eligendo Pontifice", se encerrarán en la Capilla Sixtina para elegir al sucesor del papa Francisco en un cónclave cargado de expectativa global.
POR REDACCIÓN
Hoy, miércoles 7 de mayo, marca un día histórico para la Iglesia católica: el inicio del cónclave que elegirá al sucesor del papa Francisco. La jornada comenzó con la tradicional misa "Pro eligendo Pontifice" (Misa para la elección del Romano Pontífice), celebrada en la Basílica de San Pedro y presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio.
Esta ceremonia, cargada de simbolismo y solemnidad, fue el último acto público de los 133 cardenales electores (todos menores de 80 años) antes de encerrarse en la Capilla Sixtina para votar en secreto. Durante la homilía, el cardenal Re exhortó a los purpurados a actuar con "discernimiento, oración y responsabilidad", subrayando la importancia de su decisión en un momento crucial para el futuro de la Iglesia.
La misa, celebrada a las 10:00 (hora local), fue un momento de reflexión espiritual en el que los cardenales invocan la guía del Espíritu Santo para elegir al próximo líder de los más de 1.300 millones de católicos en el mundo. Las lecturas y oraciones estuvieron centradas en la unidad de la Iglesia y el servicio pastoral, recordando el mandato de Jesús a Pedro: "Apacienta mis ovejas" (Juan 21:15-17).
A las 16:15, los cardenales se reunirán en la Capilla Paulina del Palacio Apostólico para iniciar una procesión solemne hacia la Capilla Sixtina, entonando el Veni Creator Spiritus ("Ven, Espíritu Creador"), un himno medieval que pide la inspiración divina.
Una vez dentro de la Sixtina, los cardenales prestarán juramento de secreto ante el Evangelio, comprometiéndose a guardar silencio sobre las deliberaciones. Acto seguido, el maestro de ceremonias pontificias, monseñor Diego Ravelli, pronunciará las palabras "Extra omnes" ("Fuera todos"), ordenando la salida de todo el personal no esencial y marcando el inicio formal del cónclave.
Las puertas se cerrarán, y los cardenales quedarán aislados del mundo exterior hasta que, mediante fumata blanca, se anuncie la elección del nuevo Papa.
Un momento decisivo para la Iglesia
Este cónclave llega en un contexto de desafíos globales para la Iglesia, desde la secularización en Occidente hasta las tensiones internas entre reformistas y conservadores. La elección del sucesor de Francisco definirá el rumbo del catolicismo en las próximas décadas.