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Virginia, la abuela que estuvo detenida en la dictadura y ahora lucha por los derechos humanos en San Juan
Tiene 70 años y es una de las impulsoras de los juicios de Lesa Humanidad. DIARIO HUARPE la entrevistó por el Día de los Abuelos
Virginia Rodríguez tiene 70 años, trabaja en la coordinación de Derechos Humanos en San Juan y dedica su tiempo a intentar mejorar la calidad de vida de la comunidad. La mujer estuvo detenida durante la última dictadura militar y actualmente es referente e impulsora de los juicios de Lesa Humanidad tanto en San Juan como en el país.
La sanjuanina cumple distintos roles sociales. Es una madre y abuela muy presente, pero en esta pandemia la tecnología es la manera con la que se mantiene conectada con su familia: sus hijas y nietos viven en diferentes puntos de La Rioja, Córdoba, Sudáfrica y Estados Unidos.
Hace 9 años se creó la coordinación de Derechos Humanos en San Juan, de la que Virginia es parte. En ella se reúnen cerca de 35 organizaciones sociales, gremiales, políticas y estudiantiles. Fue constituida para coordinar las acciones en defensa de los derechos humanos como los de las mujeres, niños, y también para combatir el abuso infantil, además de mantener en marcha las acciones que sirvan a la iniciativa de "Memoria, Verdad y Justicia".
Esta es una historia de vida que todavía se está escribiendo. Su relación con los derechos humanos no la ubica en un punto específico, para ella es un proceso que todavía realiza y que continúa en sus hijos y nietos. Recuerda que su madre daba clases de apoyo escolar a los chicos del barrio y que tanto ella como su papá le inculcaron el valor de la lectura, la educación, la independencia económica siendo mujer, además de la empatía.
En su adolescencia continuó con la lucha por el respeto hacia las garantías sociales. Ingresó en la carrera de Arquitectura en la Universidad Nacional de San Juan. Tras recibirse de arquitecta comenzó a diagramar distintos espacios para el libre acceso de todos, sin importar su condición social.
“He podido articular el espacio privado como es la familia, con las instituciones públicas. Me siento feliz y orgullosa de ser abuela y agradezco a mis padres, a mis docentes por haberme ayudado a vivir bien. He militado desde mi adolescencia para que se cumplan los derechos humanos, para que todos los hijos y nietos del país tengan una mejor vida. Yo soy parte de una generación de los 70 que tuvo la utopía de comprometerse a construir un país mejor”, dijo a DIARIO HUARPE.
En el contexto de pandemia su lucha no paró. Como pertenece al grupo de riesgo sale sólo si es necesario, cuida a los demás cuidándose.
"Lo prioritario es la vida, porque si hay vida hay esperanza. Si bien estamos en contexto social y económico crítico, va a ser necesario que todos nos pongamos las pilas y trabajemos para salir adelante”, comentó. Agregó: “No va a ser la primera vez, los sanjuaninos hemos salido adelante del terremoto del 44, con todo lo que significa. Yo tengo esperanza de que va a mejorar esto y no hay que perder la alegría”.
La tecnología es el medio con el que se mantiene en contacto con sus hijos y nietos. Uno de sus hijos trabaja en Sudáfrica, otra en un laboratorio dedicado a la investigación genética y la biología en Texas, otra en Córdoba como investigadora del Conicet y la menor como médica en La Rioja. El contacto diario con ellos es la forma en la que los siente cerca.
Por último, Virginia le habla a las generaciones que vienen. Ahora más que nunca los llama a la acción para la "nueva normalidad" que sucede.
“Todavía queda mucho para hacer en materia de derechos humanos, como la violencia hacia las mujeres, casos de abusos infantil, la falta de acceso a la vivienda y la educación. No todos tenemos las mismas posibilidades, no todos tenemos la suerte de venir da familias que nos hayan protegido. Nosotros creemos que la sociedad debe proteger a esos niños, jóvenes, mujeres y mayores a través de leyes y políticas públicas”, concluyó.