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Los pueblos que reviven por sus fiestas religiosas

Cada vez que hay una patronal en Colangüil, Malimán y Campanario, la gente vuelve para celebrar. Estas historias fueron registradas por Lucas Poblete.

POR REDACCIÓN

12 de enero de 2019

Huellas de tierra, caseríos de adobe, niños que caminan cargando una cruz, abuelos que ven pasar las procesiones. El modo en que viven los pueblos iglesianos que menos habitantes tienen, es lo que refleja el fotógrafo Lucas Poblete en cada toma. Así, con imágenes cuenta cómo se celebran las patronales de San Antonio, San Isidro, y la Virgen de Andacollo en Colangüil, Malimán y Campanario.

En estos pueblos no hay más de 3 o 4 familias. Pero cada vez que celebran su fiesta religiosa, quienes se fueron vuelven para reencontrarse con sus raíces.

“Allí la fe está intacta. No se han perdido las costumbres y es algo que heredan los pocos niños que quedan. Busco retratar esos pueblos porque quiero mostrar cómo vive la fiesta desde un niño hasta un abuelo. No importa si tienen que transitar huellas de tierra.”, dijo Lucas, oriundo del departamento. Tiene 24 años y pertenece a la Infancia Misionera, por lo que sus registros fotográficos religiosos tienen un significado más allá de lo estético.
El fotógrafo contó además que en Malimán fue la primera vez que una festividad le llamaba tanto la atención por la devoción de los gauchos que en sus caballos, acompañaban la procesión.

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 -Colangüil: en este pueblo se venera a San Isidro en pleno invierno. Está a unos 11 kilómetros de Angualasto.

El camino es difícil y cuando hay crecida, las dos familias que habitan el lugar, quedan totalmente incomunicados. Allí está el histórico árbol donde descansó Cornelio Saavedra, presidente de la Primera Junta y que fue destituido en 1811.

-Malimán: la fiesta religiosa es en honor a San Antonio en el mes de noviembre. El pueblo se está quedando vacío.

Los datos estadísticos indican que  la densidad de población en esta zona es de apenas 0,4 habitantes por kilómetro cuadrado. Lo convierte en uno de los poblados del país con menos habitantes.

Campanario: las patronales son en honor a San Isidro y a la Virgen de Andacollo. El pueblo se encuentra entre Villa Iglesia y Las Flores y prácticamente no existe en los mapas.

No hay más de 3 familias, pero los ex habitantes vuelven cada vez que hay un festejo. Lucas contó que los lugareños preparan almuerzos y cenas para todos los visitantes y además les dan alojamiento lo que dura el festejo religioso.

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