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Conocé su historia

Ex combatiente de Malvinas se sometió a cirugía transgénero

Recién en marzo de 2014, Osvaldo decidió empezar a vivir como siempre se percibió: como Tahiana. "Ya en la guerra me sentía mujer", deslizó.

POR REDACCIÓN

04 de noviembre de 2018

“Cuando luché por la patria en la Guerra de Malvinas, ya me sentía mujer”. Así define hoy su paso por la contienda bélica Tahiana Marrone, quien batalló contra los ingleses siendo Osvaldo. El por entonces soldado sobrevivió a la guerra y, al volver, acudió durante décadas a tratamientos con testosterona y hace poco se sometió a una cirugía transgénero para convertirse en quien es hoy: Tahiana.

“Cuando volví me quise adaptar a la sociedad, pero no sirve. Uno tiene que vivir como es y como siente”, dice a tres años de haber dejado el tratamiento con hormonas y a dos semanas de haberse sometido a la primera cirugía transgénero que el Pami Rosario llevó adelante. “Operarme no me hace más mujer de lo que era, pero sí cierra una etapa que me faltaba y me da comodidad con mi propio cuerpo”.

Nació como varón en Corral de Bustos y atravesó lo que llama “una adolescencia caótica” en tierras cordobesas, donde “no podía evitar el gusto por todo lo femenino”. A los 17 años tuvo que hacer el servicio militar, que la llevó en enero de 1982 a Chubut, para que el 2 de abril aterrizara en Puerto Argentino, en la isla Soledad, donde permaneció hasta junio de ese año y fue protagonista del conflicto armado.

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Ya de regreso, el habitar ese cuerpo de varón seguía siendo doloroso y conflictivo. “Seguían sin gustarme las mujeres, tenía problemas de erección y me hicieron estudios que determinaron que era estéril”, cuenta sobre los tiempos de estudios médicos y consultas que derivaron en la recomendación de iniciar un tratamiento con testosterona. “Eso me masculinizó bastante”, recuerda sobre esos años durante los que pudo seguir estudiando, hacer una tecnicatura en electricidad y otra en sistemas, de lo que trabaja incluso en la actualidad. “Además, me permitió casarme y tener a los mellizos”, dice sobre la familia que formó “con una mujer de la que me separé, pero quise y quiero mucho, porque es una excelente mujer y madre”.

Para Tahiana aquellos años fueron un intento de “adaptación a la sociedad”, pero asegura que “a lo largo de los años uno se da cuenta de que no sirve. Hay que vivir como uno es y se siente, porque podés adaptarte, pero vivís mal”. La determinación de dejar la testosterona llegó hace apenas tres años, después de saber a través de un estudio genético que tenía un cromosoma X de más, por lo que su cuerpo producía menor cantidad de hormonas masculinas que otros varones. “Me seguía sintiendo muy mal, lo femenino seguía siempre latente, tenía malestares, profundas depresiones y angustias; entonces consulté un endocrinólogo genetista en Córdoba, que me hizo los estudios que determinaron que soy XXY, es decir intersex”.

Tras la separación, encontró refugio en “Tahiana”, la mujer que quería ser. Haber dejado las hormonas masculinas comenzó a provocarle cambios en su cuerpo que ya no pudo ocultar, como la aparición de mamas. Después, amparada en la ley de identidad de género sancionada en 2012, que permite a las personas trans inscribirse en sus documentos personales con el nombre y el género de elección, cambió su DNI, además de que se sometió a la cirugía que le cambió la vida para siempre.

Fuente: Crónica

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