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Caso Nisman

Lagomarsino complicado: nuevas pruebas contradicen su versión

Los nuevos investigadores de la causa Nisman encontraron relatos de testigos y nuevas pruebas que complican a Lagomarsino.

POR REDACCIÓN

05 de febrero de 2017

Los nuevos investigadores federales de la causa, el fiscal Eduardo Taiano y el juez Julián Ercolini, intentan dilucidar por qué un balazo mató al fiscal que investigaba el mayor ataque terrorista de la historia de la Argentina, quien además había denunciado a la ex presidenta Cristina Kirchner por ser la líder del encubrimiento a los ciudadanos iraníes acusados de haber cometido la voladura de la mutual judía en 1994.

La nueva hipótesis judicial puso a Diego Lagomarsino bajo sospecha. Existen nuevas pruebas e indicios concretos que comprometen su situación procesal. Se trata de relatos de testigos que trabajaban con Nisman contradicen la versión de quien dijo ser su custodio digital.

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A eso se suma que en su casa se encontraron más de un centenar de CD con escuchas telefónicas relacionadas con el caso del ex espía Ciro James, una trama que Nisman investigó y en la que quedó procesado Mauricio Macri, quien después fue sobreseído.

La nueva pesquisa apunta ahora hacia él como probable protagonista de las horas desconocidas en las que una bala mató al fiscal mientras este aparentemente estaba en el baño del departamento 02 del piso 13 de la torre Boulevard de Le Parc Puerto Madero.

Taiano y Ercolini iniciaron casi desde cero la instrucción que antes habían llevado adelante en el fuero ordinario la fiscal Viviana Fein y la jueza Fabiana Palmaghini. Taiano incluso denunció a Fein y al secretario de Seguridad, Sergio Berni, por posibles irregularidades cometidas en su labor en esta trama.

Nuevas medidas de prueba tomadas por Taiano y Ercolini los llevaron hacia indicios probatorios que podrían complicar a Lagomarsino.

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Taiana, por ejemplo, le tomó declaración a todos los empleados que trabajaban con Nisman en su fiscalía. Fein no había terminado siquiera de cumplir con ese paso básico.

Ninguno de los empleados de la fiscalía de Nisman recuerdan que Lagomarsino les haya arreglado alguna vez sus computadoras. Algunos de ellos, sin embargo, dijeron que Lagomarsino visitaba de vez en cuando a Nisman.

Él, en cambio, había asegurado que trabajaba como analista informático de esa dependencia relevante del Ministerio Público.

Solo dos personas de la fiscalía AMIA le contaron a la Justicia que Lagomarsino tuvo algo que ver con la informática del lugar. Fueron, justamente, quienes sí estaban formalmente contratados para resolver los problemas de las computadoras.

Ambos testigos declararon que en una ocasión determinada le pidieron a Lagomarsino que resuelva un problema tecnológico, y que él lo intentó y no pudo solucionar nada.

La coartada que sostiene la defensa de Lagomarsino indica que el técnico le prestó su Bersa 22 a Nisman el sábado 17 a alrededor de las 8 de la noche -por pedido del fiscal-, y que éste hizo salir a Lagomarsino por la puerta principal del departamento.

Bajó entonces por el ascensor en el que, según él, se encontró con personas que podrían identificarlo. Taiano y su equipo – solo 5 empleados- detectaron que Lagomarsino dio dos versiones de ese mismo hecho.

En una de ellas, declaró que eran cuatro las personas que se encontró en ese ascensor. Y otra vez afirmó que en realidad eran dos.

No existen imágenes de cámaras que puedan ayudarlo: las de ese ascensor no funcionaban, como sí lo hacían las que lo filmaron al entrar al departamento por la puerta de servicio, una diferente por la que salió.

Las dudas de los nuevos investigadores del caso aumentaron cuando se le tomó declaración a todos los habitantes de las Torres de Le Parc. Ninguno se acuerda o ratificó que ese sábado 17 de enero del 2015, hayan compartido el ascensor con una persona que ahora es muy conocida por la opinión pública, Lagomarsino.

Otras de las pruebas que hacen sospechar a Taiano y Ercolini sobre el rol que cumplía este técnico informático junto a Nisman es más inquietante. Cincuenta días después de que Nisman fue encontrado muerto, la fiscal Fein ordenó allanar la casa de Lagomarsino. La Justicia secuestró del lugar una infinidad de material: mucha tecnología. Entre esos elementos, se analizaron ciento setenta CD. En más de un centenar de ellos se encontró material caliente de una causa muy relevante para Nisman: eran escuchas telefónicas realizadas por el ex agente policíaco Ciro James, acusado de haber realizado “pinchaduras” de modo ilegal en una trama por la que terminó procesado Macri, y finalmente sobreseído. ¿Por qué Lagomarsino guardaba en su casa esas escuchas?

Lagomarsino sostiene como principal defensa que se conoce que el arma que mató a Nisman es suya porque él fue quien lo declaró ante Fein el lunes 19 de enero, cuando se enteró de la muerte de su supuesto jefe.

El caso de la muerte del fiscal lleva 748 días de investigación. Al mismo tiempo, acaba de empezar.

Fuente: Clarín.com

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