Judiciales > Caso Juan Carlos Muñoz
Crimen en Santa Lucía: dos hermanos en la mira por presunto encubrimiento
Se trata de dos hermanos de sangre materna que quedaron en la mira de la Justicia. Ambos están señalados por presunto encubrimiento de Alberto Díaz Núñez, el único sospechoso por el crimen de Juan Carlos Muñoz, en su casa de Santa Lucía.
Por Angel Ligorria
La investigación del crimen de Juan Carlos Muñoz, el jubilado de 69 años, asesinado de forma brutal en Santa Lucía, sumó un nuevo capítulo en la Justicia de San Juan. Se trata de dos hermanos de sangre materna que quedaron en la mira al ser detenidos y señalados por el presunto encubrimiento a Alberto Díaz Núñez, el único sospechoso de cometer el asesinato. La jueza de Garantías, Mónica Lucero, dictó la prisión preventiva por el plazo de un mes para evitar que los imputados puedan entorpecer los procedimientos judiciales en la causa.
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Con relación a las nuevas detenciones en el caso de Juan Carlos Muñoz, se realizó durante la mañana de este lunes una audiencia de formalización contra dos detenidos. Se trata de Ricardo Eduardo Salas Lepez (35), quien era vecino de la víctima y vivía a unas pocas casas de “don Maza” y de Isaías Flores, hermano del otro detenido por parte madre.
Según el Ministerio Público Fiscal, representado por el coordinador de la UFI Delitos Especiales, Iván Grassi y el ayudante fiscal Sebastián Gómez, ambos hermanos quedaron vinculados a través de un testimonio que indica que, en la madrugada del pasado 30 de abril, cuando se habría cometido el hecho, el presunto asesino Díaz Núñez, se habría acercado al domicilio del primero de ellos cuando estos estaban tomando algunas bebidas alcohólicas. Aparentemente, Núñez les dijo: "me las mandé, mate a don Maza", y estos no alertaron a las autoridades.
Ante esta declaración, ellos lo habrían ayudado al presunto autor del crimen a cambiarse de ropa, lavarse las manos y ocultarse en el baño de la vivienda de Salas Lepez. “Aunque no se descarta que los imputados puedan tener un rol mayor, se cuenta con elementos que los posicionan en la figura del encubrimiento, es decir, haber colaborado con el presunto homicida en ocultarse y ocultar pruebas del hecho por el cual se le dio muerte”, afirmó Grassi.
Por esta razón, Fiscalía les endilgó el delito de encubrimiento agravado en perjuicio de la administración pública a ambos detenidos. Por ello solicitó incluirlos en el plazo de un año de Investigación Penal Preparatoria (IPP) que quedó formalizado el pasado día viernes, cuando Alberto Díaz Núñez, negó ser el autor del crimen. Al mismo tiempo, por la gravedad del hecho, solicitaron tres meses de prisión preventiva para los nuevos imputados.
Además, el Ministerio Público Fiscal mencionó que se están procesando manchas sospechosas que podrían ser de sangre encontrada en la casa de Salas Lepez, lo cual se ha mandado a la parte genética del laboratorio de Criminalística. Fue por este motivo, que le pidieron a la jueza que se les extraiga material genético a los detenidos para el cotejo correspondiente.
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Las defensas, representadas por los abogados Carlos Fernández Torres (Flores) y Gustavo De La Fuente (Salas Lepez) no mostraron oposición con estos pedidos, pero consideraron que la prisión preventiva para sus defendidos eran “demasiado gravosas”. Incluso Fernández Torres afirmó que eran muy pocas las pruebas que vinculaban a su defendido con el hecho.
Finalmente, luego de escuchar a todas las partes y de que los imputados no quieran brindar su testimonio, la magistrada del caso resolvió ordenar la prisión preventiva de ambos hermanos por solo 30 días y que sean incorporados a la IPP por el plazo de un año. En ese sentido, la jueza Lucero argumentó que existe la posibilidad de que los imputados entorpezcan los procedimientos de la Justicia.
Testimonio clave
La declaración clave para vincular a los detenidos fue hecho por la pareja de Salas, quien aprovechó la ocasión para admitir que siente un profundo miedo hacia el padre de su hijo. Esto motivó al MPF a allanar la vivienda de este, donde se encontraron las manchas de sangre en el baño, que podrían estar relacionados con el caso. Además, Grassi indicó que Salas estaba al tanto de la tensa relación entre el presunto homicida y la víctima, ya que esta última le alquilaba una habitación en su casa y habían tenido desacuerdos por cuestiones de alquiler. "Salas sabía que Díaz tenía intenciones de vengarse si la víctima lo desalojaba", declaró.