Publicidad

Opinión

Cómo la desigualdad socioeconómica afecta a los resultados educativos

El observatorio Argentinos por la Educación destaca en su último informe una situación apremiante: en Argentina, los alumnos más aventajados tienen mejores resultados educativos, pero en comparación con la región están por debajo de los niveles esperados.

La investigación académica ha demostrado la existencia de una correlación significativa entre el nivel socioeconómico de los estudiantes y su desempeño educativo. Los alumnos que provienen de hogares donde los padres tienen un mayor nivel de estudios, que cuentan con comodidades a la hora de estudiar y acceso a recursos como internet, y que han recibido una atención de calidad durante su primera infancia, tienen mayores probabilidades de obtener mejores resultados académicos.

El último informe de Argentinos por la Educación presenta los resultados de las pruebas PISA de 2022. Estos datos permiten observar el rendimiento académico de los alumnos en relación con su nivel socioeconómico y la motivación de los estudiantes.

Publicidad

El informe compara los resultados educativos entre países y realiza un análisis por nivel socioeconómico al dividir a los estudiantes en cuartiles. Estos cuartiles representan porcentajes de la población conformados según el nivel de ingresos, educación alcanzada de los padres, posesión de bienes, entre otras características. El primer cuartil representa al 25% más pobre de los estudiantes, mientras que el cuarto cuartil representa al 25% más rico. Los dos cuartiles intermedios (2 y 3) están conformados por el restante 50%, donde el segundo cuartil es más desfavorecido que el tercero.

Las investigaciones en el campo de la educación afirman que los mejores resultados educativos tienden a concentrarse en el cuarto cuartil – el 25% más rico –, mientras que los peores resultados se encuentran entre los alumnos del primer cuartil – el 25% más pobre. Aunque esta relación es clara, el hecho de que muchos países hayan logrado ampliar las oportunidades de aprendizaje incluso en los sectores más vulnerables es alentador. Pero, ¿qué sucede cuando los resultados van a contramano de lo esperado? El informe del observatorio Argentinos por la Educación llama la atención una situación preocupante: los alumnos más aventajados de Argentina son los menos aventajados de la región.

De acuerdo con los datos, los estudiantes del cuartil más rico de Argentina, que es el segundo más rico de la región después de Chile, solamente superan en términos educativos a los alumnos más aventajados de República Dominicana, El Salvador, Guatemala y Paraguay.

Gráfico 1. Perteneciente al último informe de Argentinos por la Educación

Publicidad

Estudiar la segregación socioeconómica en relación con el desempeño es una excelente idea por dos motivos: por un lado, da una idea clara de qué tan amplia es la brecha educativa entre los alumnos; en segundo lugar, funciona como un indicador de la eficiencia del sistema educativo en general. Sin embargo, la falta de datos en las provincias argentinas – que concentran la mayor parte del financiamiento educativo – presenta un obstáculo para lograr la trazabilidad del sistema.

Actualmente es imposible seguir la carrera académica del alumno y conocer sus condiciones socioeconómicas en detalle. Por este motivo, cualquier intento por llevar adelante políticas públicas con el objetivo de reducir la brecha educativa carece de sentido. Las consecuencias de la brecha educativa expuestas en este informe deberían llevarnos a considerar la posibilidad de generar más y mejores estadísticas con el objetivo de seguir el rendimiento académico de los alumnos y evitar la desigualdad en los resultados.

¿Qué sucede entre los más desfavorecidos?

Uno de los datos más relevantes del informe indica que 5 de cada 10 alumnos no alcanza el nivel mínimo en Lectura. El cuarto cuartil de Argentina, es decir, el alumnado más aventajado en términos socioeconómicos, se encuentra con un grave problema: el 32% de este grupo no alcanza el nivel básico esperado de Lectura. En lo que respecta al grupo menos aventajado, el 71% del primer cuartil no alcanza el nivel básico de Lectura.

Gráfico 2. Perteneciente al último informe de Argentinos por la Educación

Dos Medidas Subjetivas:

Las pruebas PISA incluyen dos preguntas específicas con el objetivo de analizar el vínculo entre el rendimiento académico de los estudiantes y sus percepciones subjetivas sobre la inteligencia y la persistencia.   

Como primera medida, se pregunta a los estudiantes si consideran que la inteligencia es algo dado y fijo que no puede ser modificado ni mejorado. Los datos muestran que el 51,7% de los alumnos de 15 años en Argentina opina que no puede mejorar su inteligencia. Al realizar un análisis por estratos socioeconómicos, encontramos se encuentra una tendencia alarmante: en el primer cuartil, el 64,6% de los alumnos está de acuerdo con la idea de que la inteligencia de cada uno no puede cambiar ni mejorar. En el cuarto cuartil, la percepción de los estudiantes es diferente: solo el 38,7% opina que la inteligencia es algo dado que no puede ser modificado. Ahora bien, ¿qué consecuencias tiene esta medida en el aprendizaje? Los resultados en Lectura muestran que existe una marcada diferencia (brechas de hasta 50 puntos) entre quienes están de acuerdo con esta idea y quienes no. Es decir, aquellos piensan que la inteligencia puede mejorarse suelen tener mejores resultados educativos que aquellos que piensan lo contrario. 

Los datos permiten afirmar que la brecha educativa no sólo influye en las capacidades cognitivas de los estudiantes sino también en su motivación a la hora de realizar tareas y estudios.

Como segunda medida, PISA incorporó una pregunta sobre la perseverancia de los alumnos. Nuevamente las diferencias por nivel socioeconómico son amplias: en el cuartil 1, el 25,8% manifiesta que puede no terminar con sus tareas, es decir, que tiene baja perseverancia, mientras que en el cuarto cuartil sólo el 13,1% afirma lo mismo. En relación con los resultados de aprendizaje, se aprecia que los estudiantes que expresan algún grado de desacuerdo tienen puntajes significativamente menores que el resto, con brechas de más de cincuenta puntos.

La brecha educativa en Argentina presenta un desafío para los ciudadanos y las autoridades por igual. Sus consecuencias son evidentes: los jóvenes, especialmente los menos afortunados, tienen una educación comparativamente peor. Como si esto fuera poco, los estudiantes más afortunados tampoco gozan de una educación de calidad. A su vez, la falta de datos agranda este problema, dificultando el desarrollo de políticas públicas destinadas a revertir esta situación.

 

  Busso, M., & Messina, J. (2020)The Inequality Crisis: Latin America and the Caribbean at the Crossroads. Inter American Development Bank.

Krüger, N. (2018). An evaluation of the impact of the intensity and impacts of socioeconomic school segregation in Argentina. In X. Bonal & C. Bellei (Eds.), Understanding school segregation: Patterns, causes and consequences of spatial inequalities in education (pp. 115-136). Bloomsbury Academic.

Kit, I., Nistal, M & Orlicki, E. (2024). “Los más favorecidos de Argentina, entre los menos favorecidos de la región. Resultados PISA 2022”. Observatorio Argentinos por la Educación.

Kit, I., Nistal, M & Orlicki, E. (2024). “Los más favorecidos de Argentina, entre los menos favorecidos de la región. Resultados PISA 2022”. Observatorio Argentinos por la Educación.

 

Publicidad
Más Leídas
Publicidad

ÚLTIMAS NOTICIAS