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A un mes del femicidio de Yoselí, el padre de la nena quiere convertir el lugar del crimen en un santuario
Raúl Rodríguez y su familia construyeron un pequeño espacio con cemento para dejar fotos de la niña de 10 años y flores.
Por Germán González
A un mes del femicidio de Yoselí Rodríguez, la nena de 10 años violada y asesinada por su primo en la localidad de Media Agua, en Sarmiento, la familia marchó nuevamente por las calles mediagüinas para pedir justicia. Por su parte, el papá de la niña, Raúl Rodríguez, que participó en la movilización, contó a DIARIO HUARPE lo que pretende hacer con el lugar en donde mataron a su hija: entre otras cosas, quiere plantar unos árboles y hacer un camino para que la gente pueda llegar a la zona, convirtiéndolo así en un santuario.
La zona del futuro santuario está a unos 100 metros de su casa. Ahí Raúl encontró a su hija muerta, según contó a este medio. Es un lugar al que no pensaba volver, se le hacía difícil regresar, reveló. Pero con el tiempo, y después de que pusieron el cemento y escribieron el nombre de la niña con pintura para homenajearla, el hombre y su esposa terminaron en el mismo lugar del mayor dolor. Transformaron su dolor y ahora tratan de cambiar ese descampado lleno de maleza. Y que estuvo en algún momento manchado con sangre.
Raúl explicó que construyeron un pequeño santuario en el que dejan fotos de Yoselí y flores, también pusieron una cruz negra, aunque no escribieron su nombre, eso es algo que falta. El hombre, que habló con este medio después de la tercera marcha realizada en Sarmiento para pedir justicia, contó de su deseo de plantar unos árboles alrededor y hacer un camino de piedra para que su familia, vecinos o la gente que quiera visitar el santuario, lo haga.
El sol se estaba escondiendo, Raúl se agachó por última vez para contemplar la estructura que montó en homenaje a su hija, aquella que la arrebataron para Año Nuevo. Si bien, los restos de la pequeña no descansan en aquel lugar, ya se convirtió en un espacio de visitas frecuentes para sus familiares.
Por otra parte, Raúl dijo al diario que su hija está en el cementerio municipal en un nicho prestado por un conocido. El municipio de Sarmiento le donó un terreno, pero la familia debe construir el nicho, aunque todavía no cuentan con los materiales para hacerlo.
La primera vez que Raúl y su esposa fueron al cementerio terminó siendo un momento muy difícil para ellos. “No nos queríamos venir del cementerio”, contó al diario.
Raúl se muestra tranquilo con cada palabra que expresa, así fue desde un principio cuando habló con los medios sanjuaninos. Es un proceso muy interno el que lleva con el femicidio de su hija. En este contexto participó de la tercera marcha que realizaron en Sarmiento para pedir justicia por el brutal crimen de la niña de 10 años.
Nueva movilización
La marcha empezó con demora y tuvo el mismo recorrido que la anterior, incluyendo el paso por la plaza departamental y la Comisaría 8º. Participaron los grupos de Ni Unx Menos San Juan y la Asociación Civil de Padres del Dolor por Femicidio.
De este último grupo, estuvieron las madres de Brenda Requena y Leila Rodríguez, Laura Requena y Paula Morales respectivamente. Acompañaron a Raúl de principio a fin, luego se fueron a la casa de Yoselí para hablar con la madre de la nena, que no puede participar de las movilizaciones porque no sale de la consternación.
Los momentos más fuertes de la manifestación, que contó con la participación de cientos de mediagüinos, fueron el minuto de silencio frente a la comisaría departamental, en homenaje a la nena asesinada, y la palabra final de Paula Morales, madre de Leila, que habló por los Rodríguez. La mujer pidió que no dejen de acompañar a Raúl y su esposa porque el momento más difícil aún no llega, el juicio, que implica revivir el suceso escabroso que sufrió la niña de manos de su femicida, su primo Juan Carlos Rodríguez.
El hombre fue trasladado hace poco al penal de Chimbas, en donde estará hasta que empiece el debate oral y público. La Justicia le negó por segunda vez la prisión domiciliaria, después de encontrar pruebas que lo complicaron más. Las pericias sobre el cuchillo, que habría utilizado para matar a la pequeña, y sobre la ropa, que utilizó en ese momento, revelaron que la sangre encontrada pertenece a la víctima.