Claves para lograr un espacio de concentración en casa

Faltan muy pocos días para que las clases comiencen en San Juan y, mientras algunos se encuentran entusiasmados con la vuelta a la prespecialidad plena, otros no quieren desprenderse del bronceador y la pelota para agarrar nuevamente los libros. En este sentido, una buena forma de entusiasmar al estudiante de la casa es renovar un rinconcito de su habitación o la sala para darle un espacio de concentración que haga del estudio algo más ameno.

Para ayudarte a lograr este cometido, desde Yo Construyo consultamos con la arquitecta Laura Cocinero, directora del estudio UNOENCIEN, quien nos brindó muchas buenas ideas y detalles a tener en cuenta.

Buena iluminación

Este es un punto esencial a la hora de elegir el rincón de la casa en donde colocaremos la mesa o escritorio de estudio. En este sentido, lo más beneficioso, es poder captar la luz natural de manera indirecta, es decir, que no se produzca un reflejo de lleno al escritorio.

Otras de las ventajas de trabajar con una ventana que abra paso a la luminosidad tiene que ver con la posibilidad de hacer ejercicios de estiramientos visuales, mirar cerca y mirar lejos, este punto es fundamental para la salud de la vista, que en los últimos tiempos está tan atada a la pantalla está.

Además de la luz del sol, seguramente se necesitará sumar luces artificiales para las horas nocturnas, y aquí lo que no puede faltar es una fuente lumínica sobre el escritorio, sobre todo si se trabaja con papel y lápiz.

Concentración

Si el ambiente está repleto de distracciones, será muy difícil que el estudiante logre concentrarse. Por esta razón, es primordial buscar un lugar fuera de la circulación diurna de la casa.

Si se trata de una familia pequeña o en la que sus miembros tienen muchas actividades y no están frecuentemente en casa, probablemente el lugar ideal sea el estar o comedor. Por el contrario, en el caso de los hogares más ruidosos y con mayor movimiento, el dormitorio seguro es la locación adecuada. Aunque no sea demasiado amplio, reubicando los muebles se puede lograr un pequeño espacio de trabajo que permita la concentración.

Pintar una pared con pintura a la tiza es una buena y práctica idea.

Buena silla y un escritorio práctico

Los alumnos más avanzados pueden pasar hasta un tercio de su día sentados, estudiando. Por eso, merecen poder estar cómodos para no producir malestares en su cuerpo por causa de posturas forzadas. Por esta razón, a la hora de elegir o adaptar el mobiliario para el nuevo rincón de estudio o trabajo, será necesario, quizás, resignar el diseño y estilo por la comodidad.

Es conveniente elegir siempre sillas tapizadas y acolchonadas para tener mayor confort, por otro lado, es fundamental el uso de los apoyabrazos. El escritorio debe tener la altura adecuada, que puede rondar los 72 a 78 cm dependiendo de la silla, el cuerpo de la persona y si el teclado es independiente del monitor o se trata de una notebook. Para este último caso es importante que la computadora se eleve del nivel del escritorio a fin de no tener que mirar todo el tiempo hacia abajo.

Colores

El rincón de estudio debe ser un ambiente que propicie la concentración y, sin lugar a dudas, los colores van a influir en este aspecto. Por esta razón será útil una paleta tonos neutros, como los blancos, grises y beiges, que pueden estar acompañados de otros colores, pero en menor medida.

Si la idea es incorporar mucho color al espacio de estudio, es mejor hacer uso de los fríos o también llamados calmos, como los azules y verdes. Estos tonos ayudarán a que el estudiante no se disperse y pueda concentrarse en su tarea.

El azul y el verde son colores que propician la concentración.

Plantas naturales

Las plantas, además de darle un toque de color al ambiente, serán de vital importancia a la hora de brindar oxigenación al espacio de trabajo, darle vida y humanizarlo. Por otro lado, invitarán al niño o adolescente a tomarse un recreo para regarlas o brindarles algún cuidado, algo que vendrá muy bien para descansar la mente.

Su estilo

Se trata de un espacio en el que se pasarán varias horas del día y, por esa razón, es bueno que el estudiante de la casa se sienta cómodo en el lugar.  Por suerte, en los bazares y librerías hay una gran cantidad de elementos decorativos que se pueden elegir en conjunto con él y que lo ayudarán a sentirse en su espacio.

Posters, cuadros, lapiceros, macetas, y otros elementos ayudarán a darle un toque propio al espacio.

Para concluir, de más está aclarar que no hace falta invertir una fortuna para crear un rincón de estudio en alguna habitación del hogar. Una vieja mesa de apoyo puede transformarse en un escritorio con un poco de pintura y buen gusto, una lata de arvejas puede funcionar como lapicero, una lámpara sin onda se puede intervenir con creatividad para darle una nueva vida y cualquier silla con un buen almohadón sirve para que el estudiante de la casa se entusiasme a hacer sus tareas diarias. Lo importante es saber las reglas para adaptar lo que se tiene a lo que se necesita y así lograr grandes espacios. Al fin y al cabo, ese es el gran cometido de esta sección.