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Judiciales > Abuso sexual infantil

Condenaron a 45 años de cárcel a los curas del Próvolo

Dieron a conocer el fallo a los sacerdotes Nicola Corradi y Horacio Corbacho, y al jardinero Armando Gómez. Los Imputados llegaron a juicio por un total de 25 hechos, en un debate que comenzó el 5 de agosto pasado.

POR REDACCIÓN

25 de noviembre de 2019
Corradi, Gómez y Corbacho (Foto captura de la transmisión en vivo de la sentencia).
Los tres acusados en la sentencia (Foto MDZ).

Pasado el mediodía del lunes, el Tribunal Penal Colegiado Nº2 de Mendoza integrado por los jueces Carlos Díaz, Mauricio Juan y Aníbal Crivelli leyó el veredicto para los curas Nicola Bruno Corradi y Horacio Hugo Corbacho Blanc y el jardinero Armando Ramón Gómez, los procesados por abusar y corromper a 11 chicos sordos en el Instituto Antonio Próvolo, un total de 28 hechos que ocurrieron entre 2005 y 2016, más de 11 años de ataques y torturas sexuales. Sus víctimas tenían entre 7 y 17 años de edad.

Los tres acusados en la sentencia (Foto MDZ).

Corradi recibió 42 años de cárcel por hechos en grado de autoría y coautoría o partícipe necesario, con figuras promoción de la corrupción de menores. Corbacho obtuvo otros 45 años por hechos que incluyeron imputaciones como abuso simple y con acceso carnal agravados por ser el encargado de la guarda de sus víctimas y ser ministro de culto, además de aprovechar la convivencia, la misma figura que le fue aplicada a Corradi.

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El jardinero Gómez, que es sordo, y para quien el fiscal Alejandro Iturbide tuvo en cuenta atenuantes como que se trata de una persona analfabeta, de poca instrucción y claramente influenciable, recibió una pena de 18 años. Iturbide había pedido montos de hasta 45 años de prisión en su extenso alegato que duró dos jornadas.

Los tres acusados se negaron a declarar ante el ofrecimiento de dar sus últimas palabras tras ingresar a la sala de audiencias. Los familiares de las víctimas se reunieron con pancartas a las puertas del tribunal, como ya lo habían hecho en audiencias previas, con pancartas alusivas.

Así, llega la decisión en primera instancia, el comienzo del fin para uno de los casos más brutales de abuso infantil que involucra a hombres de la Iglesia Católica y que generó un nivel de controversia y horror quizás similar al del todavía cura Julio Grassi, preso en Campana y con una condena confirmada por la Corte Suprema. Corradi y Corbacho, tal como Grassi, conservan hasta hoy sus investiduras como sacerdotes.

Fuente: Infobae
 

 

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