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Conflicto por El Tambolar: “Creo que el secreto de vivir en paz es considerar la vida de los demás”
Referentes del pueblo Huarpe de San Luis y Mendoza opinaron sobre el reclamo de La Pampa y la construcción de diques.
Después de conocerse que la Corte Suprema de Justicia de la Nación dio lugar al reclamo de La Pampa y pidió a San Juan el informe de Impacto Ambiental por la construcción del dique El Tambolar, los pueblos originarios de la región manifestaron su opinión. Hace unos días lo hicieron los pueblos huarpes y diaguitas de San Juan y esta vez, dos destacadas referentes huarpes de San Luis y Mendoza.
“Mientras se sigan construyendo diques u otras obras sin tener en cuenta que río abajo viven personas, habrá siempre problemas, habrá siempre disconformidad”, dijo a DIARIO HUARPE Pascuala Carrizo Guakinchay, directora de pueblos originarios de San Luis. “Creo que el secreto de vivir en paz es considerar la vida de los demás.
Pascuala reparte su existencia de a ratos en la ciudad y el resto “en el campo” como ella le dice. Ese campo que está justo en el límite tripartito entre San Luis, San Juan y Mendoza. “De Las Trancas hacia al sur, en la tranquera que está al lado del puesto provincial de San Luis para dentro; ahí estamos”, dice.
Cuenta Pascuala que antes de que se construyeran los diques en San Juan y Mendoza toda esa zona estaba llena de arroyos y lagunas; la vegetación era abundante y la fauna diversa.
“Con la falta de agua, llega el cambió de la biodiversidad, el cambio del paisaje, el cambio cultural, la pobreza, el desmembramiento de las familias y un montón de consecuencias nefastas hacia la tierra”, manifestó. “Nosotros hoy estamos sufriendo el mismo proceso de desertificación que sufriendo nuestros hermanos pampeanos, nuestros hermanos de Lavalle (Mendoza) y nuestros hermanos de las Lagunas de Guanacache del lado sanjuanino. Y tan solo porque somos parte de ese mismo sistema hídrico que viene de la cordillera”.
Por último Pascuala está convencida que los diques perjudicaron todo río abajo y por eso considera que el reclamo de la Pampa es totalmente justo.
“Imagino que los que hacen este tipo de obras tienen títulos universitarios y creo que el haber cursado ciclos superiores los obliga a pensar a ese nivel, pero creo que no lo están haciendo”.
La mirada desde Mendoza
Para Carina Peletay, Consejera del pueblo Huarpe de Mendoza los diques de San Juan (Ullum, Caracoles, Punta Negra, Cuesta del Viento) y Mendoza (Potrerillos, Carrizal, Agua del Toro, Los Reyunos, El Tigre, Nilhuil, Aisol, Tierras Blancas y Valle Grande) son evidencias de sobra de lo que sucede en los territorios aguas abajo.
“Si analizamos lo que ha significado y generado la construcción de diques en cauces de ríos, los perjuicios son inmensos”, empezó diciendo Carina. “Destruyeron la naturaleza, destruyeron a las familias que tuvimos que migrar. El impacto ambiental y social es tremendo. Es más de los mismo, más del pensamiento colonizador que lamentablemente seguimos viviendo”.
"Irse del campo a la ciudad por la falta de agua genera angustia" dice Carina. "Una angustia que cala hondo y a veces se hace difícil de sobrellevar".
Es que, los que en ese campo nacieron, fue lo que respiraron por primera vez.
Los que sufren el desarraigo en las ciudades viven ahogados, tristes. En las urbes se extraña el fuego, se extraña el olor al pan casero recién sacadito del horno, se extraña la vida.
Carina sostiene que, hoy por hoy, hay diagnósticos que son muy claros y que nadie puede negar. La destrucción de la tierra y el calentamiento global empujan a los Estados a avanzar, a invertir en energías alternativas sin perjudicar a nadie.
“Los diques son estructuras colosales que no tienen asidero económico, salvo para unos pocos", dijo. "Hoy, el mundo propone la generación de energía solar y eólica y nuestros territorios (Mendoza y San Juan) son ideales. Todo va a depender de las cabezas de la época”, concluyó.