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El peso argentino, la moneda que más se revaloriza en este 2024
Desde la asunción de Javier Milei, los medios extranjeros reaccionaron de manera positiva a la situación del peso argentino y el mandatario se expresó en sus redes.
POR REDACCIÓN
A cuatro meses de su asunción como presidente, Javier Milei y su Gobierno trabaja en la estabilización del peso argentino. Los medios extranjeros reaccionaron tanto al desplome de la moneda como a su repunte con fuerza y el mandatario se expresó a través de sus redes sociales.
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Cabe destacar que, durante su campaña presidencial, el libertario había calificado al peso como “excremento” y prometió que sería eliminado por completo por lo que la estabilización del peso causó una sorpresa total en el mundo. Por otra parte, uno de los más complicados mercados cambiarios del país repunta con fuerza y la moneda se ha disparado un 25% contra el dólar en el mercado paralelo en los últimos tres meses.
De esta manera, se convierte en la mayor ganancia entre las 148 divisas que el medio Bloomberg monitorea. Ante la repercusión mundial, Javier Milei se expresó en sus redes sociales reposteando una publicación que da cuenta del impacto del peso durante la gestión de Alberto Fernández y la actual.
La reacción de Javier Milei por el peso argentino y la gestión de Alberto Fernández
“Con Alberto: la peor moneda del mundo. Con Milei: la mejor moneda del mundo”, dice el posteo que el presidente compartió en sus redes sociales y que compara al peso argentino durante ambas gestiones. Uno de los titulares de 2022 sostenía que “el peso argentino se corona como la peor moneda emergente”; mientras que la publicación actual cataloga a Javier Milei como quien provoca un cambio “salvaje” que “convierte al peso en la moneda número 1 del mundo”.
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La recuperación del peso argentino
Tal es la estabilidad del peso, el Banco Central ha podido comprar día a día dólares en el mercado para acumular sus escuálidas reservas internacionales. Así, se hace visible lo desacoplado que está el país con los mercados mundiales: la mayoría de los bancos centrales del mundo apunta a realizar exactamente lo contrario para apuntalar a sus monedas frente al dólar.