Fabricio Montilla, el músico que lleva una vida caminando la canción

Desde Caucete una voz resuena, caminando por las calles con una guitarra y militando el verbo hacer Fabricio Montilla cumple 25 años habitando el camino de la música.

Este sábado 20 de julio Fabri los festeja en Kultura Khalil (Mendoza 1099, Sur), a partir de las 22.00 Hs junto a Niebla Band, Kbsonia y Nicolás Rodriguez.

Los inicios de Fabri se remontan a su adolescencia y su profesor de guitarra, Enzo Pérez, que lo mando a la escuela de música, allí se encontró con Diego Vega que lo invitó a ser parte de su banda de punk “Estiércol”. Montilla ensayó algunas canciones, escribió otras y ese mismo día a la noche se subió a un escenario del cual nunca más se bajó. Ya van 25 años desde aquella primera tocada de un adolescente rebelde usando la canción para decir sus verdades.

Él es hijo de su época, en ese momento la efervescencia del rock invadía todos los lugares, Tanguito se había estrenado y una generación completa de músicos estaba naciendo.

Permanecer por elección en el arte es un enigma, ¿por qué pidiendo hacer otras actividades tras 25 años se mantiene? Y es que para Fabri en la música hay un ida y vuelta tanto de quien la toca como de quien la escucha. Algo que oscila entre lo terapéutico y conectar con el otro. Es un vehículo para transmitir cosas y, consciente del poder de fascinación que tienen los músicos, el busca “escribir algo que valga la pena que se siga escuchando en el tiempo, algo que tenga una vuelta de tuerca en el lenguaje. Todo bien con lo cotidiano pero en qué momento lo cotidiano se vuelve extraño, se vuelve poético.” Sin olvidar la parte social que se puede abordar desde allí, después de todo él es autor de “La Casa” canción que remite a la desaparición de Félix Raúl Tellechea.

En San Juan hay escena de músicos que se plantan contra el individualismo que propone el sistema, es por eso que Fabri se junta con sus pares para generar espacios y así “construir la escena que queremos habitar”.

Por último, generar cultura en un contexto donde se consume para formar parte de la conversación y que ofrece todo procesado es un desafío no jugar con las reglas que impone el sistema: “Ahora la gente va a consumir una experiencia, por eso nos juntamos, para hacernos visibles y mostrar que estamos.”

Vivir del arte es una elección que presenta dificultades, el hecho de no tener una ley que regule la actividad artística y brinde una protección en cuanto a sus tarifas, los deja en una situación de precariedad laboral. Es por eso que la unión y la organización se ha convertido en una resistencia, Fabricio no está solo y espera que otros puedan también celebrar 25 años en la música como él, quizás con menos sacrificio pero con las mismas alegrías.

Este es Fabricio Montilla, en sus canciones se encuentran momentos, es como una banda sonora para varias vidas, hay un trabajo en sus letras y en lo musical, hay un oficio en lo que se ama.