La Autoridad Nacional de Defensa atacaría dos problemas históricos de San Juan

La conformación de la Autoridad Nacional de Defensa de la Competencia, anunciada por la ministra de Economía Silvina Batakis, podría reconfigurar las condiciones en áreas productivas claves de la provincia como la vitivinicultura y el cultivo de tomates. La normativa prevé evitar la concentración económica y fomentar la competencia, algo que no ocurre totalmente en esos sectores productivos.

Si llega a cumplirse, abriría un nuevo panorama en dos sectores productivos de la economía sanjuanina que presentan una alta concentración en su economía. Precisamente uno de los problemas históricos de la vitivinicultura es la existencia de tres bodegas (Peñaflor, Focovita y Enav) que acaparan el 70% de las compras de uva y terminan influyendo en su precio.  Esto perjudica a los productores que cobran ínfimos valores por su producción. Pablo Martin, referente de la Mesa Vitícola, expresó que este año vendieron el kilo entre $30 y $35, cuando ellos necesitan obtener a $40 por kilo para tener rentabilidad.

Lo mismo ocurre en la producción de tomate, donde Frutos de Cuyo maneja aproximadamente el 70% de la compra de tomate industrializado, de acuerdo al productor Eduardo Fernández. En este caso, si bien hay una alta posición dominante, muchos productores optan por vender en industria de Mendoza, lo que les permite tener otras opciones. A partir de un precio base, las empresas negocia el valor del kilo con los productores e incluso a veces lo actualizan, aumentando su precio. Fernández informó que con el precio acordado logran una buena rentabilidad, pero siempre terminan perjudicados por la inflación porque cobran las ventas meses después.”Hay fábricas que hacen recomposición y le mejoras el precio, aunque nunca se pone al alcance de lo que debería costos”, manifestó.

 Por eso, la Autoridad Nacional de Defensa a la Competencia modificaría ese escenario, ya que la ministra espera utilizarlo como una herramienta para contener la inflación y también la concentración de los mercados en pocas empresas. El organismo fue creado en el 2018 por una legislación nacional sancionada por el Congreso, con la finalidad de evitar la fusión y acuerdos entre empresas que distorsionar el mercado y comenten conductas anticompetitivas. Esta entidad es un organismo autárquico, descentralizado e independiente del poder político que está encargado de controlar y establecer las sanciones que la propia ley establece.  La integra un presidente y los vocales del Tribunal de Defensa de la Competencia, el Secretario Instructor de Conductas Anticompetitivas y el Secretario de Concentraciones Económicas, elegidos mediante un concurso público de antecedente u oposición y en acuerdo con el Senado.

Sin embargo, nunca llegó a funcionar. En el 2019, el entonces presidente Mauricio Macri envió al Senado los candidatos para a ocupar los puestos, pero cuando asumió Alberto Fernández se anularon los concursos por presuntas irregularidades y registrar candidaturas repetidas en diferentes funciones. 

La entidad, a través del Tribunal de Defensa de la Competencia, podrá establecer sanciones económicas a las empresas y, además, controlar actos previos de posibles concentraciones económicas. Si infringen la ley, el Tribunal de Defensa a la Competencia tiene la facultad de suspenderlos del Registro Nacional de Proveedores del Estado a los responsables por hasta cinco. Por otra parte, la Autoridad hará investigaciones y controles sobre orígenes y costos de materias primas u otros bienes.

Además, la Autoridad de Defensa a la Competencia podrá indagar el funcionamiento y la composición de determinados mercados.

Achicar brecha

Cuando esté en funcionamiento, la Autoridad Nacional de Defensa a la Competencia podrá intervenir para achicar la brecha entre el precio que reciben los productores y el que figura en las góndolas de supermercados. Según el último informe de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa referido al mes de mayo, los precios de los productos agropecuarios se multiplicaron 3,53 y, en promedio, el productor participó en un 26% del valor final de los alimentos.

La participación fue 5,2% menor a la de abril y representa la más baja del año.

En mayo, la mayor brecha entre precio de origen y destino la tuvo nuevamente el limón, donde el consumidor pagó 14,42 veces más de lo que cobró el productor. Le siguieron la naranja (13,65 veces), el zapallito (10,31 veces) y la mandarina, con una diferencia de 10,3 veces.

Los productos con menores brechas, en tanto, fueron: huevos (1,9 veces), pollo (2,12), frutilla (2,14 veces), acelga (2,63) y leche (2,84). 

Laura Vera, Amas de Casa

Desde la organización Amas de Casas de País se mostraron a favor de la conformación de la Autoridad Nacional de Defensa de la Competencia.  “Este organismo vendría a responder lo que nosotros venimos reclamando, porque no existe algo legislado en cuanto a los precios, sino que existe la libertad de mercado”, indicó Laura Vera.

“El organismo por sí solo no dará resultado, sino que debe ir acompañado de otras cuestiones claves”, continuó.

Vera denunció que en San Juan existen formadores de precios que terminan influyendo en los valores que colocan en góndolas los pequeños comerciantes. Considera que es difícil que bajen los precios, aunque podrían estabilizarse

Darío Minnozzi, Centro Comercial de San Juan

Desde el Centro Comercial tienen una postura contraria a las Amas de Casa. “Todo lo que tiende a controlar una situación de libre mercado seguramente va a fracasar”, declaró.

“Creo que este no es el camino. Hay que dejar de sostener el déficit fiscal y tener un estado más exitoso y productivo”, continuó.

De este modo, aseguró que las medidas anunciadas por Batakis atacan a las consecuencias y no las causas de los problemas económicos. “Quien especula es el estado que pone muchos valores del dólar. Si las reglas fueran claras y transparentes, no habría especulación”, finalizó.