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La Corte confirmó la condena a 15 años de prisión para Claudia Moya
El máximo Tribunal sanjuanino se mostró en sintonía con lo que fallaron los jueces en primera instancia con respecto a la asesina de Alfredo Turcumán. Desde la defensa de la mujer habían presentado este recurso ya que entendían que no era homicidio agravado sino exceso en la legítima defensa.
Por Facundo Merenda
Este martes, la Corte de Justicia confirmó la condena a 15 años de prisión para Claudia Antonela Moya, la mujer que mató a su marido en junio de 2017. El máximo tribunal sanjuanino se mostró en sintonía con lo que fallaron los jueces de primera instancia y determinó que lo que realizó la mujer se constituye bajo la figura de homicidio agravado por el vínculo con la atenuante de haber mediado “circunstancias extraordinarias”.
En agosto del año pasado, la Sala III de la Cámara Penal, integrada por los jueces Maximiliano Blejman, Ernesto Kerman y Eugenio Barbera resolvió condenarla por haber matado a su pareja con un cuchillo. Para este tribunal, la atenuante se debía al estado de embarazo de la mujer y a las posibles circunstancias de haber sido víctima de violencia. Por este motivo, la defensa de Moya presentó un recurso de casación con el fin de cambiar la carátula dejando atrás el homicidio agravado por el vínculo por un abuso en la legítima defensa.
“Para mí es un día glorioso, creo que otra vez se vuelve a hacer justicia por Alfredo”, dijo a DIARIO HUARPE, Esther González, mamá de Turcumán.
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Ahora, será turno de la defensa de la condenada pedir, si es que lo consideran necesario, un recurso extraordinario e ir hasta la Corte Suprema de Justicia, para que sea ella la que tenga la última palabra en este caso. Por lo pronto la mujer sigue purgando su culpa en el Servicio Penitenciario.
Cabe recordar que el ataque de Moya a Turcumán se dio en la madrugada del 13 de junio del 2017. El escenario fue el interior de la vivienda alquilada que habitaban sobre calle Abraham Tapia en Trinidad. Lo que contó Claudia en su momento, fue que Alfredo se produjo una herida cuando arreglaba la cerradura de la puerta de ingreso. Esa “herida” fue la que luego lo llevó a estar durante diez días agonizando en el Hospital Rawson, debatiéndose entre la vida y la muerte. Con el correr de la investigación se comprobó que ella le había clavado un cuchillo estilo tramontina a la altura del corazón.