La difícil tarea de ser bombero voluntario en tiempos de crisis

“Ser bombero voluntario es una bendición. Sentir que podemos ser la solución primaria a las emergencias que se les presenta a la gente no tiene nombre”, comenzó diciendo Agustín Moya, jefe de Bomberos Voluntarios de Pocito. Este orgullo que siente por la profesión que abraza día a día, se ve opacada muchas veces por la falta de recursos que tienen que soportar para cumplir con sus tareas. Cuenta que el subsidio que envían desde Nación es muy escaso para cubrir los gastos cotidianos, por esa situación realizan desde rifas hasta venta de empanadas para poder mantenerse.  

Esta situación tomó notoriedad, ya que el cuartel de voluntarios en Caucete hizo público en sus redes sociales un comunicado en el que expuso la falta de presupuesto para poder seguir trabajando. Mencionaron que se quedaron sin plata para cargarles combustibles a los carros hidrantes y también están incomunicados ya que no cuentan con dinero para pagar la boleta telefónica.

“Algunas personas quizás tienen un concepto equivocado acerca del presupuesto que manejamos”, dijo Moya. Detalló que el 80% de los cuarteles de bomberos que existen en el país son voluntarios, “nosotros no recibimos sueldos ni subsidios provinciales. Además de poner la mano de obra también tenemos que aportar los ingresos, por eso vendemos comestibles o realizamos bingos y rifas para poder juntar dinero”, aseguró. Cuenta que llegaron a realizar algunas demostraciones de su labor arriba de los colectivos para que los pasajeros colaboraran con algún sencillo.

Actualmente están recibiendo casi 2 millones de pesos, pero los equipos autónomos que cada operario necesita cuestan desde 70 mil a 250 mil pesos. En esta partida tienen que incluir, además de la vestimenta los gastos de mantenimientos y servicios.

Los bomberos en San Juan

En la provincia hay catorce cuarteles de bomberos voluntarios distribuidos en los departamentos de Caucete, Rawson, Chimbas, Pocito, Capital, Santa Lucía, Albardón, Ullum, 9 de Julio, Valle Fértil y en formación están Zonda, San Martín, Sarmiento y Jáchal. En cada uno de ellos hay varios trabajadores que totalizan más de 300. Algunos tienen seis y los más populosos llegan a treinta. Para recibir ese dinero deben estar federados, operativos bajo Protección Civil y haber hecho la rendición de los ingresos  en tiempo y forma.

Lo que dice la ley

Distribución dineraria 

La ley 25.054 es la que se encarga de la distribución de las partidas. En su artículo 11 menciona que “el subsidio a las asociaciones integrantes del sistema bomberil voluntario de la República Argentina se formará con una contribución obligatoria del cinco por mil de las primas de seguros excepto las del ramo vida, a cargo de las aseguradoras”. A su vez establece que de ese porcentaje recibido, el 78% debe ir destinado a la adquisición de materiales, vestimenta y demás elementos para la lucha contra el fuego, como así también a la conservación y mantenimiento de los mismos. El 12% deberá distribuirse entre las federaciones provinciales con destino a 6% a inversiones necesarias para su funcionamiento y un seis por 6% a gastos de sus escuelas de capacitación. El 2% será destinado a la autoridad de aplicación para ser asignado a gastos de fiscalización de las entidades y otro 2% en gastos de representación de la entidad y cumplimiento de las funciones.  

Lo que piden

Más presupuesto

Quieren que se tenga más contemplación sobre las tareas que realizan. Esto se traduce en que buscan mayor presupuesto para poder desarrollar su trabajo. Además, dejaron en claro que la gente es muy solidaria con ellos que cada vez que necesitaron algo ahí estuvieron pero ahora les hace falta más apoyo estatal para poder concretar la llegada de más fondos y evitar que estas instituciones colapsen.