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La primer ministra de Bangladesh renunció y se fue en helicóptero
El número total de muertos desde que comenzaron las protestas a principios de julio asciende al menos a 300.
POR REDACCIÓN
La primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, dimitió el lunes y huyó del país, según múltiples fuentes, mientras más personas morían en uno de los peores episodios de violencia desde el nacimiento de la nación surasiática hace más de cinco décadas. El jefe del ejército, general Waker-Us-Zaman, dijo en un discurso televisado que Hasina, de 76 años, había abandonado el país y que se formaría un Gobierno interino.
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Medios de comunicación informaron de que había volado en un helicóptero militar con su hermana y se dirigía al estado oriental indio de Bengala Occidental, al otro lado de la frontera. Según otra información, se dirigía al estado de Tripura, en el noreste de India.
Las imágenes de televisión mostraron multitudes en los salones de la residencia y se pudo ver a algunas personas llevándose televisores, sillas y mesas del que era uno de los edificios más protegidos del país.
"Ha huido del país, ha huido del país", gritaban algunos. En Daca, los manifestantes también se subieron a una gran estatua del líder independentista Sheikh Mujibur Rahman, padre de Hasina, y comenzaron a cortarle la cabeza con un hacha, según las imágenes.
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Activistas estudiantiles habían convocado una marcha hacia Daca para el lunes, desafiando el toque de queda nacional y presionando a Hasina para que dimitiera, un día después de los mortíferos enfrentamientos en todo el país en los que murieron casi 100 personas. Alrededor de 150 personas fallecieron en las protestas del mes pasado. El lunes, al menos seis personas murieron en enfrentamientos entre la policía y manifestantes en las zonas de Jatrabari y el Dhaka Medical College, informó el periódico Daily Star. Reuters no pudo verificar inmediatamente esta información. Bangladés se ha visto inmerso en protestas y actos de violencia que comenzaron el mes pasado después de que grupos de estudiantes exigieran la eliminación de un controvertido sistema de cuotas en los empleos públicos.
Ello dio lugar a una campaña para destituir a Hasina, que obtuvo un cuarto mandato consecutivo en enero en unas elecciones boicoteadas por la oposición.