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Lula Da Silva denunció que los deportados brasileros fueron esposados en Estados Unidos
El gobierno brasileño condenó el trato de Estados Unidos hacia los deportados, quienes llegaron a Brasil esposados. Se exigió la liberación inmediata.
POR REDACCIÓN
El gobierno de Brasil repudió el pasado sábado 25 de enero, el trato recibido por 88 brasileños deportados desde Estados Unidos, quienes fueron esposados durante su viaje. Según un comunicado oficial, las autoridades brasileñas calificaron el incidente como un "flagrante desprecio a los derechos fundamentales" de sus ciudadanos.
El Ministerio de Justicia de Brasil ordenó la "inmediata retirada de las esposas" de los deportados, cuando el avión aterrizó en Manaos, en el norte de Brasil. Las autoridades también expresaron su rechazo al trato y reiteraron que "la dignidad de la persona humana" es uno de los principios fundamentales del estado democrático de derecho.
El gobierno de Lula Da Silva explicó que esta deportación no está directamente relacionada con las medidas de inmigración ilegal implementadas por Estados Unidos tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. "Este vuelo se inserta en otro contexto: un entendimiento bilateral entre Brasil y Estados Unidos, de 2017, que permanece en vigor", detalló la fuente.
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La Policía Federal de Brasil informó que el vuelo procedente de Estados Unidos aterrizó el viernes por la noche en Manaos con los 88 deportados a bordo. Aunque el vuelo originalmente tenía como destino Belo Horizonte, un problema técnico obligó a realizar una escala no prevista en Manaos.
Una vez en Brasil, "los brasileños que llegaron esposados fueron inmediatamente liberados de las esposas", aseguraron las autoridades, en lo que consideraron un acto de soberanía nacional.
En respuesta al incidente, el presidente Lula da Silva ordenó que un avión de la Fuerza Aérea Brasileña se encargara del traslado de los deportados hasta su destino final, Belo Horizonte, en Minas Gerais.
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El gobierno de Brasil enfatizó que las deportaciones se realizaron de acuerdo con un acuerdo bilateral entre ambos países, vigente desde 2017, y que los deportados viajaban con sus documentos personales, lo que indicaba su conformidad con el retorno.
Por otro lado, la administración estadounidense, bajo el liderazgo de Donald Trump, ha intensificado las deportaciones de inmigrantes ilegales, lo que incluye la represión de la migración irregular y la deportación de miles de personas, entre ellas ciudadanos brasileños.