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La morosidad familiar se triplicó en un año y rozó el 10% en préstamos personales en octubre
El Banco Central reportó un récord en la tasa de morosidad de créditos familiares, que alcanzó el 7,8% en octubre, impulsada por el aumento en préstamos personales y tarjetas de crédito, pese a la reducción de tasas tras las elecciones.
POR REDACCIÓN
En octubre, la morosidad en los créditos solicitados por familias argentinas alcanzó un nuevo máximo histórico desde que el Banco Central (BCRA) comenzó a registrar estos datos en 2010. El índice de irregularidad llegó al 7,8%, tras un crecimiento sostenido durante doce meses consecutivos.
El aumento más notable se registró en los préstamos personales, donde casi el 10% del financiamiento presentó incumplimientos en los pagos, mientras que la morosidad en tarjetas de crédito escaló al 7,7%. En contraste, los créditos prendarios tuvieron un incremento menor, situándose en el 4,8%, y los hipotecarios mantuvieron una estabilidad cercana al 1%.
Estos datos corresponden a un período previo a la baja en las tasas de interés que se produjo luego de las elecciones legislativas. En octubre, la tasa nominal anual promedio para créditos personales era de alrededor del 83%, cifra que disminuyó a 66,5% tras la reducción, aunque sigue superando ampliamente la inflación proyectada para el mismo lapso.
La combinación de altos costos financieros y la caída o estancamiento de los salarios reales ha contribuido a este aumento en la morosidad. El economista Roberto Arias, exfuncionario de Martín Guzmán, explicó en su cuenta de X que "es normal que aumente la morosidad dado que el crédito al sector privado se duplicó en términos reales".
Además, Arias agregó: "Si la demanda de crédito es constante y lo que aumentó es la oferta (ya que el Estado dejó de ser el principal tomador de crédito, por el superávit fiscal), es natural que cambien la composición de los tomadores de crédito a segmentos de mayor riesgo".
En cuanto a las empresas, la morosidad también mostró un incremento significativo, pasando del 0,7% al 1,9% en un año, con un aumento destacado en los préstamos prendarios.
Considerando tanto a familias como a compañías, el ratio de irregularidad general subió al 4,5% en noviembre, alcanzando el nivel más alto desde noviembre de 2021, con un alza anual de tres puntos porcentuales.