Economía > PRIMER TRIMESTRE
Pachón aceleró y en el arranque de 2022 se pone casi a la par de Josemaría
La mina calingastina, tras años de idas y vueltas, quiere presentar el estudio de factibilidad y al mismo tiempo el Informe de Impacto Ambiental, quedando a la par del proyecto que está en Iglesia.
Por Carolina Putelli
Antes de la apertura de una mina las empresas deben completar dos pasos fundamentales: demostrar que un proyecto es rentable con un estudio de factibilidad y luego buscar la aprobación del Informe de Impacto Ambiental. Pachón, el yacimiento de cobre más grande descubierto hasta ahora en el país, haría las presentaciones casi en simultáneo en el primer trimestre de 2022, según planean sus autoridades.
Se trata de un avance muy esperado por el sector, ya que si la mina iniciara su producción se convertiría en el proyecto más grande de Argentina. Incluso se especula que podría potenciar varios de los proyectos más pequeños que están cerca. Pero se trata de una noticia largamente postergada, que incluyó una presentación de una factibilidad en 2012 que no avanzó y hasta roces con las autoridades provinciales, que no veían un avance suficiente.
En diálogo con DIARIO HUARPE, Jorge Sausset de Glencore, la empresa suiza que tiene la concesión de la minera, dijo que hay un fuerte interés por desarrollar el proyecto y “estamos trabajando más rápidamente”. Las campañas de exploración han avanzado más, en la actual han superado los 20.000 metros de perforación, hay 90 personas trabajando en el campamento y trabajan con cuatro perforadoras en simultáneo.
Pero los buenos signos no vienen solo desde la empresa, recientemente la Fiscalía de Estado levantó un plazo que habían impuesto para que la empresa diera novedades sobre la exploración. En el peor momento de las relaciones entre la minera y la provincia hubo una medida legal por la cual exigieron avances a riesgo de quitarle la concesión. Ahora en cambio hay reuniones entre las autoridades estatales y empresarios a cada tres o seis meses y en la última los encargados del proyecto llevaron la buena noticia del plazo de presentación de los informes.
Según Sausset, además de las intenciones más afianzadas por parte de Glencore, esta vez cuentan con planes para una factibilidad mejor. La mayor diferencia entre la que se presentó en 2012 y la actual es que antes consideraban la posibilidad de una explotación binacional, en conjunto con Chile. Ahora en cambio todo se concentra en el lado argentino.
También explicó que en atención a la actual situación hídrica de San Juan han implementado muchos de los avances tecnológicos de los últimos años para diseñar una explotación con mucho menos impacto. “De por si la minería del cobre no tiene un consumo tan alto, pero hemos logrado reducirlo aún más”, explicó. Este será un factor clave, ya que si Pachón se convierte en una realidad estará ubicada sobre la cuenca del Río San Juan, al contrario de otros emprendimientos como Veladero o Josemaría que no están cerca del río más grande de la provincia.
Por ahora los inversionistas están también atentos a otros factores que no tienen que ver con la ingeniería del proyecto, ni el Informe de Impacto Ambiental, si no con las condiciones económicas del país. Al igual que en el caso de Josemaría, la empresa aseguró que el avance depende también de factores “financieros a nivel nacional, que estamos trabajando juntos para solucionarlos”. Entre estos hizo referencia a las retenciones a la minería, devolución de IVA y divisas y otras medidas que los inversores internacionales consideran “desalentadoras” de Argentina.
Mientras tanto, las autoridades de Glencore siguen con una fuerte campaña de inversión. Hasta el momento hay unas 300 personas trabajando en el campamento. Son 90 contratadas directamente y el resto de proveedores. De estos el 90% son de Calingasta, recuperando buena parte de los puestos laborales que se perdieron con el cierre de explotación de Casposo hace más de 5 años. Tienen planificada una inversión para los meses de verano de U$D 12 millones, de los cuales un 70% calculan que quedará en la comunidad.
Una carrera entre dos gigantes para iniciar la era del cobre
El 2021 es, según dijo Jorge Sausset, uno de los mejores de la historia del proyecto, que viene llamando la atención del mundo minero desde al menos la década del ’80. El vocero de Glencore remarcó el impacto que tendría “un proyecto de estas dimensiones que va a traer un cambio profundo, económico y en desarrollo de proveedores, profesionales y toma de gente”. Según calculan podría tener una toma de personal de hasta 4.000 personas a la vez.
Pero al contrario de lo que hubiese pasado si avanzaba entre 2012 y 2015, cuando estuvo vigente la primera factibilidad, Pachón ya no es el proyecto más avanzado de la provincia, puesto que se quedó Josemaría. Si se pusiera en términos de una carrera, hace casi 10 años parecía que el proyecto de Glencore podía ser el primero en inaugurar la “nueva era del cobre. Pero el Informe de Impacto Ambiental (IIA) que anunciaron no llegó y el proyecto que lleva Lundin se le adelantó: en noviembre 2020 presentó la factibilidad, en febrero Impacto Ambiental, que podría tener el aprobado antes de junio 2022.
Por ahora Josemaría tiene más avances y es muy probable que inicie primero, quedando de esta manera en una situación ventajosa ante la otra empresa de cobre: podrá salir primero a buscar personal. Es que los tres emprendimientos mineros más grandes de San Juan, Veladero, Josemaría y Pachón, deberán competir por un número limitado de trabajadores capacitados.
Anticipándose a esto, Glencore ya inició un programa para empezar a formar trabajadores incluso antes de empezar la producción. “Vamos a tomar medidas con tiempo para asegurarnos personal”, explicó Sausset. Tienen pensado capacitar una gran cantidad de personas, empezando antes de que saquen el primer gramo de cobre de la cordillera.