Reabrió “Dinos”, el food truck que habían clausurado en febrero

Luego de 36 días sin poder trabajar, finalmente el reconocido foodtruck de Rivadavia pudo volver a funcionar el pasado sábado. Esta vez, consiguieron un lugar dentro de una casa ubicada en Avenida Libertador y Libertad, a una cuadra de la Plaza Madre Universal.

DIARIO HUARPE habló con su dueña, Esther Escudero, quien contó que una clienta les ofreció un lugar en el frente de su casa para que puedan establecerse y poder continuar con su trabajo.

“Una vecina me llamó para ofrecerme un lugar en el frente de su casa, le estamos pagando un alquiler por ello y pudimos volver a trabajar ahí”, afirmó Esther.

Allí, ingresaron el carro en la casa en cuestión, desmontaron una parte de las rejas y, desde ese lugar, atienden por la ventana del food truck como lo hacían normalmente.

Sin embargo, Esther aclaró que la idea no es quedarse en esa casa. Manifestó que ya alquilaron un local en la zona donde vienen trabajando y que están refaccionándolo para poder desmontar el food truck y armar el lugar de comidas propiamente dicho. Hasta el momento, confirmó, el objetivo es ponerlo en condiciones y presentar los papeles para sacar la habilitación correspondiente.  

De este modo, esperan que, en aproximadamente un mes y medio, puedan trasladarse al local y seguir su trabajo como la municipalidad se los exige. “El Municipio quiere que tengamos un local, pero el alquiler nos sale $90000. Por suerte nuestros clientes nos quieren mucho y nos ayudan en todo”, cerró la propietaria.

La clausura

En la madrugada del 26 de febrero pasado, un móvil policial interrumpió la noche de trabajo de la familia de Escudero, compuesta por ella, su marido y sus tres hijos. La mujer afirmó, en aquella ocasión, que la normativa del Municipio de Rivadavia prohíbe los carros de comida en la vía pública. Por ello, le decomisaron tanto el carro como la mercadería que tenía dentro de él.

En ese momento, al ser fin de semana largo, no pudieron hacer más nada. Ahora, la comerciante afirmó que le devolvieron sus herramientas de trabajo pero que no los dejaban continuar con su actividad laboral si seguían ubicados en la calle Libertador.