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Provinciales > Historias sanjuaninas

Selenia Pérez, la docente vallista que viaja seis horas a lomo de mula en Valle Fértil para dar clases

Tiene 29 años. Su testimonio mostró la realidad de muchos maestros sanjuaninos y del país.

21 de junio de 2021

La nieve cubrió las montañas sanjuaninas y cientos de usuarios en redes sociales no tardaron en viralizarlas. Aquellas postales, dignas de esos paisajes invernales que muchos solo conocen en pinturas y fotografías, cautivaron a quienes pudieron apreciarlas ya sea detrás de una pantalla o en persona. Pero hubo una historia que fue mas allá de las postales e hinchó de orgullo a los habitantes de Valle Fértil y sensibilizó a los sanjuaninos y a todo un país sobre una realidad que existe y pocos conocen: Selenia Pérez, la maestra sanjuanina de 29 años que viaja cinco horas en mula para dar clases en un jardín de Sierras de Riveros en su natal Valle Fértil.

“Nunca me imaginé que las imágenes se harían virales. El camino es sacrificado y pienso en mis compañeras, que llevan años y tienen que dejar a sus hijos. No me creo una heroína, solo cumplo con mi trabajo y hay docentes que hace años lo hacen”, dice Selenia con humildad y un poco de timidez.

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El testimonio del sacrificado viaje que realiza junto con otras docentes se hizo viral en Facebook el pasado jueves 17 de junio, dos días después del cumpleaños número 29 de Selenia, el martes el 15 de junio. En su muro de esa red social, una amiga publicó una foto de Pérez y otra colega, Mariana Sepúlveda de 26 años, mostrando las dificultades y largas horas que ambas docentes deben recorrer para llegar a sus puestos de trabajo.

La historia no tardó en llegar a los medios nacionales y se hizo eco en Argentina gracias a la entrevista que le realizó el periodista de América TV, Antonio Laje, en su programa “Buenos Días América”. Sobre la ocasión, y tras escuchar su testimonio, el conocido conductor diría: “hay que trabajar, hay que estudiar, hay que meterle y el Estado tiene que poner todas las condiciones necesarias para que eso pase”.

Antonio Laje entrevista a Selenia y Mariana en "Buenos Días América". Foto: Gentileza.

Sepúlveda trabaja en la escuela albergue Marcos Narváez, en la localidad de Sierras de Elizondo, y Selenia es la primera docente del recién creado Nivel Inicial de la escuela albergue Buenaventura Collado, que ya cuenta con 10 alumnos de entre tres y seis años. “Tardamos cinco o seis horas en llegar. Siempre depende de si el animal está cansado o no. Es un camino muy difícil porque hay muchas piedras, subidas y precipicios. Había antes un camino, pero las crecientes se lo llevaron”, recuerda Pérez.

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La modalidad de trabajo es de cinco por diez. Es decir, los docentes “suben” y trabajan diez días y bajan y descansan cinco. Selenia parte desde la villa cabecera de Valle Fértil, San Agustín, el pueblo donde nació, hasta la localidad de Astica en colectivo junto a otras colegas. Allí los espera siempre un baqueano que les alquila los animales que deben pagar de su propio bolsillo para comenzar la travesía de 20 kilómetros en la que demoran cinco o seis horas.

Las postales con que Selenia y sus colegas se encuentran a menudo. Foto: Gentileza.

“Tuve que aprender sobre la marcha porque no sabía andar en mula”, el recuerda entre risas. En la escuela, cuentan con todo los necesario para sobrevivir el tiempo que se quedan, donde también se albergan chicos que viven en zonas más alejadas que esa. Allí los niños reciben la tradicional “copa de leche”, alimentos y leña que suben también en mula y lo necesario para llevar su educación con normalidad.

Motivada desde siempre por la vocación de enseñar, Selenia inició sus estudios en la enseñanza de nivel inicial a los 21 años, cuando dejó su Valle Fértil para estudiar en la Capital. La mayor de seis hermanos, acompañó sus estudios con algún que otro trabajo ocasional en el comercio o como maquilladora para poder sostener el alquiler del lugar donde vivía. En 2019 se recibió de maestra, pero nunca imaginó que una pandemia mundial la obligaría a sosegar sus ansías de trabajar.

Selenia y una de las mulas que alquila para viajar. Foto: Gentileza.

“Empecé a trabajar hace poquito. Hasta principios del 2021 estuve trabajando en el Cedi (Centor de Desarrollo Infantil) Municipal de Valle Fértil y hace dos meses tomé este cargo. Soy la primera docente de nivel inicial y me gustaría hacer mucho para esa escuela. Quizá más adelante pueda trabajar en otra escuela rural o urbana, no importa. De a poco vamos haciendo lo que está en nuestro alcance y vamos armando proyectos.”, reflexiona en los que tal vez sean sus más duros, pero ejemplares primeros pasos en el oficio que eligió para su vida.

A pesar de que podría haber optado por quedarse en la Capital o elegir un cargo en cualquier punto de la provincia, su pueblo natal y sus paisajes siempre estuvieron presentes en su memoria y cree, un poco, que eso también la llevó a tomar la decisión de trabajar por la formación de los niños de su departamento.

Una de las pocas fotos que hay de la escuela Buenaventura Collado, tomada por Selenia. Foto: Gentileza.

“Yo hace poco estoy ahí. Siempre me hice a la idea de trabajar en esos lugares. Mas allá del sacrificio, es una realidad muy distinta a las escuelas urbanas. A mí me gusta”, cerró.

Con frío, con nieve, con lluvia o viento. Crecientes y precipicios. En largas horas de viajes por rutas a dedo o por apunantes montañas. La historia de Selenia es una de muchas historias de sacrificio y vocación que hacen a la docencia sanjuanina. Un testimonio que señala el camino, aunque, como en el caso de Sierras de Rivero, haya que atravesarlo a lomo de mula. Y que siempre, donde haya un niño que quiera aprender, habrá un maestro que quiera enseñar.

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