Ucrania atacó a Rusia con misiles ATACMS, de Estados Unidos

El ejército ucraniano atacó por primera vez con misiles balísticos ATACMS fabricados en Estados Unidos un objetivo militar en territorio ruso, según confirmaron tanto fuentes ucranianas como rusas. El ataque, ocurrido en la madrugada del martes, apuntó a una infraestructura militar en la ciudad de Karáchev, en la región rusa de Kursk, fronteriza con Ucrania. Este ataque se produce después de que Estados Unidos autorizara a Ucrania a usar estos misiles en objetivos dentro de Rusia, específicamente en áreas como Kursk, que está parcialmente ocupada por las fuerzas ucranianas.

El ataque ucraniano se centró en un arsenal en la región de Briansk, en el que se almacenaban municiones para artillería, bombas guiadas y misiles antiaéreos, según el gobierno ucraniano. Mientras tanto, Rusia confirmó el uso de misiles ATACMS en un comunicado militar, señalando que seis misiles balísticos fueron lanzados hacia la región de Briansk. Este ataque sigue a varios meses de presión por parte de Ucrania para que sus aliados occidentales le permitieran usar misiles de largo alcance contra objetivos militares rusos, lo que hasta ahora había sido rechazado por temor a una escalada en el conflicto.

La ofensiva ucraniana se produce en un contexto más amplio de intensificación de los combates, mientras Ucrania sigue defendiendo su territorio tras más de mil días de invasión rusa. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, instó a los líderes europeos a no temer hacer más frente a los nuevos desafíos, como el posible despliegue de tropas norcoreanas en apoyo a Rusia. Además, Zelenski advirtió que si la comunidad internacional no toma medidas más decisivas, la situación en Ucrania podría empeorar a medida que Rusia intenta ganar terreno.

Mientras tanto, Rusia aprobó una nueva doctrina nuclear que amplía las circunstancias bajo las cuales podría recurrir a las armas nucleares, incluyendo ataques convencionales masivos o el uso de drones por parte de sus enemigos. Esta doctrina, que se considera una advertencia a Estados Unidos y la OTAN, subraya el carácter defensivo de las armas nucleares para Rusia, aunque también deja claro que su uso sería considerado solo en situaciones extremas.