Video: el día que Eduardo Bazán daba una nota por un conflicto con una casa

El 30 de enero de 2024, Eduardo Bazán, hablaba con un canal de televisión por el conflicto habitacional que tenía con una vecina a la que le habían vendido la casa que él alquilaba. La mujer es la misma que lo denunció por amenazas cuando los policías y la unidad fiscal arribaron a su casa para detenerlo, sospechado de la triple amenaza de bomba realizada en San Juan este viernes 22 de marzo.

Hace unos dos meses, Bazán se presentaba como una víctima al ser consultado, por un periodista de Canal 13 San Juan Tv, sobre el conflicto que había entre vecinos por una casa de Concepción. La misma vivienda, que este viernes por la tarde estuvo rodeada de policías para detener al vendedor ambulante que había hecho dos llamados para alertar de una bomba en las instalaciones del Centro Cívico, Tribunales y del centro de salud Monseñor Báez Laspiur.

En el mes de enero, Bazán afirmaba que era el inquilino de una casa de Concepción, ubicada por calle Tucumán 1.300 norte. Aseguraba que junto con su pareja tenía contrato de alquiler hasta el año 2025. Sin embargo, la misma tarde del martes 30, otra familia llegó al lugar señalando que compró la casa y le pidió al hombre que se retirara junto con su pareja.

El hombre, en diálogo con el periodista del medio televisivo, explicaba que la casa no se podía vender porque estaba en sucesión, debido a que el dueño original había muerto. Sin embargo, contaba que el hijo del fallecido y heredero había vendido igual la casa a una familia, cuando no lo podía hacer legalmente.

Bazán, en ese momento, había denunciado que el grupo familiar le había usurpado la casa, pues entró por otra puerta y se instaló en el piso de arriba. “La casa jamás tuvo el cartel de venta, nunca fuimos notificados de que se vendió”, expresaba ante la cámara de televisión.

Pero eso quedó en el pasado, ya que la situación de Bazán ante la Justicia cambió. Este viernes cayó detenido acusado de ser el autor de las llamadas de la triple amenaza de bomba. La unidad fiscal de Delitos Genéricos le secuestraba además casi 20 celulares y una gran cantidad de chips.

Y una vecina, con la que tenía problemas por la casa, lo denunció de amenazas. El hombre le pedía a través de chats de WhatsApp que le diera $3.000.000 si quería que se fuera y además la amenazaba con que iba a matarla con un arma de fuego. La investigación, liderada por la fiscal coordinadora, determinó que los mensajes provenían del mismo número con que llamaron para avisar de las supuestas bombas que habían puesto en el Centro Cívico, Tribunales y en el centro de salud Monseñor Báez Laspiur.